Durante la cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, la Unión Europea lanzó una advertencia directa a Estados Unidos: una guerra comercial afectaría gravemente su capacidad de aumentar el gasto en defensa, tal como exige la administración del presidente Donald Trump.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, expresaron que una escalada de aranceles entre ambas potencias no solo aumentaría la incertidumbre económica, sino que también debilitaría los esfuerzos conjuntos en seguridad dentro de la OTAN.
Costa criticó la propuesta de Trump de imponer aranceles de hasta 50 % a productos europeos, lo cual, aseguró, limitaría el crecimiento económico de la Unión y reduciría su margen para invertir en defensa militar.
Mientras EE. UU. propone que los países aliados destinen el 5 % del PIB a defensa, la UE propone un modelo equilibrado: 3,5 % para defensa y 1,5 % para infraestructuras estratégicas, con el fin de combinar seguridad y desarrollo económico interno.
Las negociaciones continúan con miras a evitar una escalada antes del 9 de julio, una fecha clave para el comercio bilateral. Von der Leyen instó al G7 a enviar un mensaje claro a favor del libre comercio y en contra del proteccionismo económico.
