El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este martes que los trabajadores migrantes que su administración está deportando son esenciales para sectores clave de la economía, especialmente en la agricultura, y que no pueden ser fácilmente reemplazados.
En entrevista con la cadena CNBC, el mandatario republicano admitió que la escasez de mano de obra tras las deportaciones ha tenido impacto económico.
“La gente que vive en las ciudades no hace ese trabajo. Lo hemos intentado. No lo hacen. Estas personas (los migrantes) lo hacen de forma natural”, declaró.
Trump insistió en que su gobierno está enfocando las deportaciones en migrantes con antecedentes penales, pero aseguró que se trabaja con el sector agrícola para evitar afectaciones:
“Estamos sacando criminales, pero también trabajando con los agricultores. Son una parte muy importante de este país y no vamos a hacer nada que los perjudique”, afirmó.
Ante la presión por el impacto en el empleo agrícola, Trump dijo que su administración evalúa permitir que algunos trabajadores migrantes regresen legalmente, tras ser expulsados.
“Quiero trabajar con ellos. En algunos casos, los estamos enviando de vuelta a sus países con un permiso para que regresen legalmente. Estudian, aprenden, y luego vuelven. Estamos haciendo cosas difíciles, pero que funcionan”, explicó.
El presidente adelantó que próximamente se emitirán nuevas reglas y regulaciones para abordar esta problemática, sin detallar los plazos ni el tipo de permisos que se considerarán.
El más reciente informe de empleo en Estados Unidos, correspondiente a julio, registró la creación de solo 73 mil nuevos puestos, una cifra muy por debajo de lo proyectado, y una caída de 1.7 millones de empleos ocupados por migrantes entre marzo y julio.
Especialistas y organizaciones del sector agrícola han advertido que el endurecimiento de la política migratoria está provocando escasez de mano de obra, afectando la producción y elevando los costos para agricultores.
En declaraciones previas, Trump ya había reconocido el impacto de las expulsiones en otros sectores como la hotelería, el entretenimiento y el cuidado personal, donde la mano de obra migrante también representa una parte significativa.
