Este viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió a su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la base aérea de Anchorage, en la capital de Alaska, para sostener una reunión clave sobre el futuro de la guerra en Ucrania. Aunque las expectativas son moderadas, Trump subrayó su compromiso con un alto al fuego. “No sé si será hoy, pero no estaré feliz si no lo es”, comentó el mandatario estadounidense, mientras aún se encontraba a bordo del Air Force One.
Durante el encuentro, Trump estará acompañado por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff, quienes formarán parte de una mesa de diálogo con Putin. Este miércoles, el magnate estadounidense cedió a la presión de la diplomacia europea, lo que lo llevó a comprometerse a, si la cumbre con el líder ruso se desarrolla positivamente, convocar casi de inmediato una reunión a tres con el mandatario ucranio, Volodímir Zelensky.
Sin embargo, las expectativas sobre avances concretos son limitadas. La cumbre se presenta más como un escenario de reconocimiento global para Putin, quien recientemente se vio enfrentado a una orden de arresto dictada por el Tribunal Penal Internacional en 2023. Este hecho se convirtió en un reflejo de la creciente presión internacional sobre Rusia, pero también se considera un medio de prueba de la debilidad del tribunal frente a las acciones globales.
Por parte del Kremlin, se espera que el encuentro con Trump dure al menos seis horas, aunque aún es incierto si se lograrán acuerdos sustanciales que permitan vislumbrar un cambio en la dinámica del conflicto en Ucrania.
