Este martes Donald Trump volvió a la tribuna internacional con un discurso explosivo en la Asamblea General de la ONU, donde acusó a los países miembros de “llevar al mundo al infierno” por permitir la migración descontrolada y por creer en el “engaño” del cambio climático.
Durante su intervención de más de una hora en el 80° periodo de sesiones del organismo, el presidente estadounidense se presentó como un salvador global, asegurando que en apenas siete meses de gobierno puso fin a siete guerras, y reprochó que la ONU no haya tenido ningún papel en ello: “Tristemente, no hizo nada”, sentenció.
En tono desafiante, Trump denunció que la organización sólo ofrece “palabras huecas” mientras ignora conflictos reales. Incluso se burló de los fallos técnicos sufridos durante su llegada: “Todo lo que obtuve del organismo mundial fue una escalera mecánica que se paró a la mitad y un teleprompter que no funciona”.
Ofensiva global desde Nueva York
Desde el podio, Trump lanzó críticas a la mayoría de los gobiernos presentes por apoyar políticas de fronteras abiertas y reconocer un Estado palestino, lo que calificó de peligroso y “estímulo para el conflicto”.
También justificó el bombardeo a embarcaciones presuntamente narcotraficantes cerca de Venezuela —rechazado por Lula Da Silva—, y prometió “volar de la existencia” a quien intente llevar drogas a EE.UU.
Sobre América Latina, criticó la situación en Brasil y respaldó al exmandatario Jair Bolsonaro. En contraste, destacó su buena relación con Javier Milei, a quien prometió “ayuda” sin comprometer un rescate financiero.
Críticas al cambio climático y el orden multilateral
Trump llamó al abandono de la agenda climática, a la que tildó de “gran estafa verde” y reiteró su decisión de haber salido del Acuerdo de París. “Si siguen con esto, sus países fracasarán”, advirtió ante los representantes mundiales.
Aprovechó también para revivir una anécdota personal: intentó renovar la sede de la ONU en los años 80, pero fue rechazado. Según él, por eso “las escaleras ya no funcionan”.
“El mundo necesita a Estados Unidos”
Trump cerró con un mensaje dual: extendió la mano al mundo para “evitar el infierno” pero aclaró que la condición es clara: alinearse con la visión estadounidense.
“Es hora de poner fin al experimento de fronteras abiertas. Sus países se están yendo al infierno”, señaló. “Europa está en dificultades serias, es invadida por extranjeros ilegales. No es sustentable”, concluyó.
Insistió en que “la inmigración descontrolada y la energía verde están destruyendo el planeta” y pidió un regreso a fronteras fuertes y fuentes tradicionales de energía.