El presidente estadounidense Donald Trump anunció la destitución de Lisa Cook, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, alegando presuntas irregularidades hipotecarias que, según él, justifican la remoción “por causa”. Trump basó su acción en su interpretación de la Constitución y el Federal Reserve Act.
Las acusaciones surgen tras un reporte del director de la FHFA, Bill Pulte, quien refirió supuestos fraudes hipotecarios presentados por Cook: alegaba dos residencias principales en documentos financieros para obtener mejores condiciones de préstamos. Trump afirmó que estas acciones ponían en duda la confiabilidad de Cook como reguladora financiera.
Cook rechazó firmemente los señalamientos. Aseguró que no existe base legal para su destitución y calificó el intento de despido como “ilegal”, anunciando que no renunciará y seguirá desempeñando sus funciones. Su abogado, Abbe Lowell, adelantó acciones legales para frenar lo que denuncian como una acción ilegal del presidente.
Especialistas legales advierten que el Federal Reserve Act permite remover a un gobernador únicamente “por causa”, pero dicha cláusula ha sido históricamente vinculada a faltas graves en el desempeño del cargo, no a conductas anteriores ni a temas personales. La legalidad del intento de destitución es dudosa y podría llegar hasta la Suprema Corte.
Esta acción es parte de una escalada en la presión de Trump sobre la Reserva Federal, especialmente contra el presidente del banco central, Jerome Powell, por no apresurarse a reducir las tasas de interés. La destitución de Cook deja tres vacantes en la Junta, lo que podría permitirle nombrar funcionarios más alineados con su visión económica.