El presidente Donald Trump, de 79 años, negó categóricamente los rumores virales sobre un supuesto deterioro en su salud o incluso su muerte, tras una ausencia significativa de eventos oficiales la semana pasada. Durante su primera aparición pública desde entonces, en el Despacho Oval, calificó las especulaciones como “noticias falsas” y afirmó haber estado muy activo durante el fin de semana largo del Día del Trabajo.
La preocupación en redes sociales cobró fuerza cuando Trump reapareció públicamente con un moretón visible, ocasionalmente disimulado con maquillaje en el dorso de su mano derecha, y tobillos hinchados. Estas señales físicas desataron una ola de teorías conspirativas y preocupaciones sobre su estado de salud.
En respuesta, el equipo médico de Trump atribuyó la hinchazón en los tobillos a insuficiencia venosa crónica, una condición benigna común en personas mayores, y los moretones en su mano a frecuentes apretones de mano y al consumo de aspirina. Además, su personal médico desestimó la presencia de afecciones graves como trombosis, fallos cardíacos o renales.
A su regreso a la vida pública, Trump también abordó los rumores sobre su muerte de manera irónica:
“No sabía que había muerto”, respondió cuando un periodista le preguntó, durante la rueda de prensa, si estaba al tanto de esas especulaciones.
Asimismo, defendió su actividad reciente mencionando múltiples publicaciones en Truth Social, entrevistas y un breve recorrido por su club de golf en Virginia, como evidencia de su salud y vigor.
