La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este lunes, sin emitir comentarios ni revisar el fondo del caso, la apelación presentada por Ghislaine Maxwell, ex socia del fallecido magnate Jeffrey Epstein. Con esta decisión, se mantiene firme su condena a 20 años de prisión por tráfico sexual de menores.
Maxwell, condenada en 2022 por reclutar y facilitar el abuso sexual de niñas para Epstein entre 1994 y 2004, buscaba anular el fallo argumentando que estaba protegida por un acuerdo de no enjuiciamiento firmado entre Epstein y fiscales federales en Florida en 2008. Según la defensa, dicho pacto incluía a “co-conspiradores potenciales”, como ella, y debía aplicarse a nivel federal.
Sin embargo, el máximo tribunal descartó su recurso sin siquiera estudiarlo, una práctica habitual cuando considera que el caso no plantea cuestiones constitucionales sustanciales o de interés nacional. La decisión fue incluida este lunes en la lista de órdenes sin opinión disidente.
El acuerdo al que Maxwell apelaba fue criticado durante años por su opacidad y por haber permitido que Epstein evitara cargos federales a cambio de una sentencia mínima por delitos estatales en Florida. La Fiscalía de Nueva York, que llevó adelante el caso contra Maxwell, sostuvo que dicho pacto no era vinculante fuera de la jurisdicción donde se firmó.
Con esta negativa del Supremo, se agotan prácticamente todas las vías judiciales para anular la condena de Maxwell, quien actualmente cumple su pena en una prisión federal de baja seguridad en Texas. Su defensa aún podría buscar una conmutación presidencial, aunque hasta el momento no ha habido indicios formales en ese sentido.
La resolución ocurre mientras persisten interrogantes sobre la implicación de otras figuras públicas en la red de explotación liderada por Epstein y Maxwell. Pese a múltiples demandas civiles y filtraciones, muchas identidades vinculadas al caso siguen sin revelarse oficialmente.
Maxwell, de 63 años, ha negado consistentemente su culpabilidad y ha acusado a la Fiscalía de convertirla en chivo expiatorio tras el suicidio de Epstein en 2019. En una reciente entrevista con funcionarios del Departamento de Justicia —según informes de prensa—, afirmó no haber presenciado conductas indebidas de altos perfiles políticos, incluyendo al presidente Donald Trump.
La negativa del Supremo representa el cierre de uno de los últimos capítulos judiciales del caso Epstein, pero el debate sobre justicia, complicidad y encubrimiento en torno a su red sigue abierto.