La Fiscalía General del Estado sólo necesitó unas cuantas horas para investigar y judicializar la carpeta de investigación por la agresión de Patricio N., contra un guardia de seguridad privada, a quien le fracturó la nariz y lesionó en un ojo el pasado 29 de noviembre.
Ahora, explicó el fiscal Gilberto Higuera Bernal, el caso será sometido al Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, lo que significa que no será procesado como adulto y las sanciones podrían ser inferiores, sin revelar detalles sobre los delitos por la prudencia en la información al tratarse de un menor de edad.
“La fiscalía, desde que tomó conocimiento del hecho inició investigación, ya la realizamos, concluimos y resolvimos, en este momento estamos ante el Poder Judicial haciendo la solicitud correspondiente para presentarlo con ellos. Se trata de una persona menor de edad y se aplicarán las reglas que corresponden al Sistema de Justicia Penal para Adolescentes”, apuntó.
Higuera Bernal precisó que no fue necesaria una denuncia para comenzar con las pesquisas, toda vez que desde que tuvieron conocimiento de los videos establecieron dictámenes periciales para integrarlo en la carpeta de investigación.
Al tratarse de un menor de edad, Patricio N. podría ser únicamente citado para comparecer ante un juez, pero en su caso no ameritaría prisión preventiva, sino únicamente reparación del daño moral o material, señalaron fuentes judiciales.
Esto estaría respaldado en la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes que como antecedente, menores de edad que han cometido feminicidios u homicidios dolosos han recibido una condena máxima de cinco años, un tema que inclusive ha abordado el fiscal y que no es exclusivo de Puebla, sino que aplica en todo el país.
En septiembre de este año, el fiscal Especializado en Derechos Humanos, Ulises Sandal, explicó conforme a dicha Ley, la privación de la libertad para menores de edad solo es aplicable en situaciones específicas, como la comisión de delitos graves que incluyen terrorismo, extorsión agravada, narcomenudeo, posesión de armas de fuego prohibidas de uso exclusivo del Ejército, homicidio doloso en todas sus modalidades, feminicidio o violación.
Asimismo, se contempla el internamiento en casos de lesiones dolosas que representen un peligro para la vida o resulten en una incapacidad permanente, así como en el robo perpetrado con violencia física hacia la persona.
Estas disposiciones no son de aplicación general para todos los menores. La medida de internamiento sólo es efectiva para aquellos clasificados en los grupos etarios 2 y 3, es decir, aquellos menores de 18 años con 14 o más años cumplidos. En consecuencia, aquellas personas que tengan 13 años o menos quedan exentos de este tipo de procesamiento.
EXPULSAN A ESTUDIANTE
Sobre las agresiones cometidas por Patricio N., la Universidad Anáhuac Puebla informó que tomaron la decisión de expulsar al alumno de la institución, luego de los videos que lo incriminan en la golpiza.
En un comunicado, la universidad expresó su posición contra las acciones del estudiante, las cuales señalaron, contravienen los principios fundamentales de la institución, por lo que la medida de expulsión fue declarada inmediata y definitiva.
La universidad Anáhuac también hizo un llamado enérgico a la comunidad estudiantil, a los padres de familia y a la sociedad para promover el diálogo antes que hechos de violencia como los ocurridos con el guardia de seguridad.
Los hechos violentos tuvieron lugar el 27 de noviembre y se volvieron virales al día siguiente, cuando los residentes compartieron videos de las cámaras de vigilancia del fraccionamiento. Estos videos, tomados desde la caseta de seguridad, fueron la forma de denunciar al estudiante agresor.
En las imágenes se observa al joven entrar, empujar al guardia de seguridad, propinarle golpes y exigir la apertura de la pluma del fraccionamiento, alegando problemas con la aplicación en su teléfono celular.
Otro video muestra la llegada de más elementos de seguridad que lograron detener al estudiante para evitar más agresiones. Durante la confrontación, una vecina pidió que no se le permitiera el acceso, mientras el agresor insistía en que dejaran de grabarlo.