Este jueves por la mañana, una nueva fumata negra emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que los 133 cardenales electores aún no han alcanzado un consenso para elegir al nuevo Papa.
El cónclave, que comenzó el 7 de mayo, se desarrolla en un ambiente de estricta confidencialidad. Los cardenales, menores de 80 años y provenientes de 70 países, realizan hasta cuatro votaciones diarias. Para que un candidato sea elegido, debe obtener al menos dos tercios de los votos, es decir, 89 sufragios.
La fumata negra, producida al quemar las papeletas de votación junto con productos químicos específicos, señala que no se ha alcanzado la mayoría necesaria. Por el contrario, la fumata blanca anunciará al mundo la elección de un nuevo pontífice.
Entre los posibles candidatos se mencionan al cardenal italiano Pietro Parolin y al filipino Luis Antonio Tagle, aunque también se consideran otros nombres de diversas regiones. Las diferencias de opinión entre los cardenales reflejan el debate sobre la dirección futura de la Iglesia, entre quienes desean continuar con las reformas de Francisco y aquellos que abogan por un retorno a posturas más tradicionales.
Las votaciones continuarán esta tarde, y el mundo permanece atento a la próxima señal de humo que pueda anunciar la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica.
