Seis policías municipales de Cañada Morelos fueron privados de la libertad y golpeados la noche de este domingo por un grupo armado; se trata del segundo suceso de este tipo en solo una semana, toda vez que en el municipio de Palmar de Bravo —perteneciente al Triángulo Rojo— fueron atacados agentes presuntamente por un capo local que se desempeñaba como policía ministerial.
La agresión en Cañada Morelos ocurrió a las 22:30 horas, en la comunidad de Puerta Cañada, cuando los uniformados resguardaban la feria del pueblo que se llevaba a cabo en ese momento.
Los sujetos llegaron con armas cortas y largas al sitio donde se encontraban los uniformados y al sorprenderlos los desarmaron y privaron de la libertad.
Después los trasladaron a una zona despoblada, los golpearon y les devolvieron sus armas pero bajo la indicación de que debían esperar una hora en el sitio o de lo contrario serían asesinados.
Pasado el tiempo los elementos agredidos avisaron a sus mandos sobre lo acontecido y fue montado un dispositivo de seguridad con elementos de corporaciones municipales, estatales, Guardia Nacional y Ejército Mexicano para dar con los responsables sin que hasta el momento se haya brindado más información.
Una situación similar ocurrió el pasado 7 de mayo, cuando tres policías municipales de Palmar de Bravo fueron atacados por un capo local conocido como Giovanni N., en los límites de la comunidad de Enríquez, Quecholac.
Versiones periodísticas apuntaron que el grupo armado de alrededor de 20 personas viajaba a bordo de camionetas con rifles de asalto e interceptaron a los agentes cuando realizaban un recorrido de patrullaje por la carretera que va con dirección a Santa Cruz Ocotlán.
Daniel Iván Cruz Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, informó que el agente directivo a cargo de los elementos no comunicó las agresiones cometidas por el grupo delictivo y tuvieron conocimiento de los hechos hasta que la información fue difundida a través de medios de comunicación.
Situación similar ocurrió este viernes, pero con cinco agentes de la policía ministerial de la Fiscalía General del Estado (FGE) que investigaban delitos de género cometidos en la zona de tolerancia de Izúcar de Matamoros: cinco resultaron lesionados y dos de ellos sufrieron lesiones de gravedad.
Los agentes se encontraban realizando indagatorias, sin embargo, los pobladores impidieron que pudieran realizar su labor, les quitaron sus armas y los golpearon brutalmente, alegando que intentaban cometer extorsiones en bares donde se ejerce la prostitución.