En un intento por utilizar el conflicto de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) con fines políticos, un contingente de aproximadamente 200 personas intentó manifestarse durante el tercer informe de labores que celebró el gobernador Miguel Barbosa Huerta en la sede del Congreso local.
Pero la respuesta por parte de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) no fue advertida por los emisarios de la familia Jenkins de Landa y la ultraderecha poblana, quienes con este acto esperaban desviar la atención por el desfalco de 750 millones de dólares a la fundación Mary Street Jenkins.
Prueba de ello fue que, en la manifestación de ayer, la comunidad universitaria intentó a toda costa ingresar a la sede del Poder Legislativo para exigir al mandatario la devolución del campus, misma que no está en manos del gobierno del estado sino de la actual rectoría designada por los Jenkins, hoy prófugos de la justicia.
Aun así, las fuerzas operativas del estado superaron en masa la intentona por reventar la presentación de los avances de gobierno, principalmente porque los inconformes de la universidad cholulteca llegaron tarde al punto donde habían sido convocados.
Aunque la manifestación había sido convocada para las 11:00 horas, no fue sino hasta las 11:25 que intentaron acercarse a la sede del Congreso para enunciar sus quejas y sólo un aproximado de 10 personas se apostó temprano sobre la calle 16 de septiembre y 5 oriente, donde ya los esperaba el bloqueo.
Los demás integrantes de la Udlap, intentaron ingresar por todos los medios al perímetro que había sido cercado: fracasaron por el acceso de la 2 sur, la 7 oriente y hasta se metieron a la explanada de la Catedral de Puebla, pero en todos sus intentos fallaron.
Las consignas fueron las mismas: “Liberen a la Udlap”, “Autonomía universitaria” y “Barbosa, saca las manos del campus”, pero lo que no mencionaron es que la protesta sucede pese a que ya han sido atendidos de primera mano por el gobierno del estado.
La rectora interina Cecilia Anaya Berrios, —impuesta por Margarita Jenkins de Landa —, ha intentado vender mediáticamente la falsa idea de que existe un exhorto presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México que les permitiría retomar el control de la universidad.
La situación real es que, el representante legal de la Fundación UDLAP ya recibió el control del campus pues éste es el único con facultades para recibirla.
Y el gobernador ya lo ha dejado en claro: “Quien tiene el control de la seguridad de la Universidad de las Américas, lo tiene la rectoría que nombró la Fundación de los señores Jenkins, que es la heredera de lo que hizo el exrector Ernesto Derbez ¿Por qué dicen que está tomada la universidad? Ellos tienen el control de las cuentas bancarias, manejo administrativo, manejo académico, si no están en clases es por decisión de ellos” explicó Barbosa Huerta el pasado 9 de diciembre.
Ese mismo día, cuando los universitarios se manifestaron en Casa Aguayo, el gobernador se dijo respetuoso de sus acciones y una comitiva de funcionarios de su gabinete recibió a los inconformes para recibir su pliego petitorio.