El desfalco de los recursos del Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla ha desatado una tormenta de acusaciones y una guerra de declaraciones entre la pasada dirigencia, de Augusta Díaz de Rivera Hernández, y la nueva administración encabezada por Mario Riestra Piña. Lejos de esclarecerse, las disputas han sacado a la luz más irregularidades, agravando la ya crítica situación financiera del partido.
Genoveva Huerta Villegas, actual secretaria general del PAN y exdirigente estatal, ha asumido un rol protagónico en las denuncias contra Díaz de Rivera. Entre las nuevas irregularidades señaladas destacan una multa de más de 11 millones de pesos que debe liquidarse este año, pasivos laborales por más de un millón de pesos que requieren atención inmediata, y pagos pendientes de aproximadamente 4 millones de pesos en concepto de finiquitos, vacaciones y prestaciones de ley para trabajadores.
Lo anterior se suma a las observaciones realizadas por la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), que señalan irregularidades por más de 58 millones de pesos, así como pagos pendientes a proveedores y la omisión en el cumplimiento de obligaciones fiscales federales, lo que profundiza aún más la crisis financiera que atraviesa el partido.
Estos datos concretos han sido utilizados por Genoveva Huerta para refutar las declaraciones del exsecretario general Marcos Castro Martínez, quien esta semana defendió a la gestión anterior al afirmar que los 1.8 millones de pesos dejados en caja para la nueva dirigencia del PAN superaban el monto entregado por Huerta al concluir su periodo hace tres años.
Sin embargo, Huerta desmintió dichas declaraciones y señaló que al término de su gestión hace tres años entregó 800 mil pesos, pero con todas las obligaciones financieras cumplidas, incluyendo pagos a proveedores, salarios y prestaciones de ley.
“Ellos no solo dejaron malos resultados, sino que demostraron que no saben manejar los recursos. Sabían que su mandato terminaba, pero en lugar de dejar cuentas claras, heredaron deudas y multas”, denunció Huerta. Enfatizó que la falta de pago de impuestos, finiquitos y servicios básicos no es solo un acto de negligencia, sino un reflejo de desinterés y mala gestión.
La nueva dirigencia, liderada por Mario Riestra y Genoveva Huerta, enfrenta una situación crítica y, ante la magnitud de las deudas, ya ha solicitado apoyo financiero al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN para intentar solventar los compromisos pendientes y se espera que las afectaciones económicas afecten los siguientes meses.
No obstante, voces al interior del PAN han advertido que es probable que más irregularidades salgan a la luz en los próximos días, especialmente al concluir el análisis del proceso de entrega-recepción, cuyo plazo vence a inicios de febrero.
La actual dirigencia estatal panista advertido que, de no subsanarse las irregularidades y denuncias contra Augusta Díaz de Rivera, las consecuencias podrían ser catastróficas, debido a que las autoridades electorales, como el Instituto Electoral del Estado (IEE), estarían facultadas para iniciar una investigación de oficio, lo que podría derivar en denuncias penales y la imposición de severas sanciones económicas.