Un grupo de ladrones encapuchados protagonizó un robo cinematográfico en el Museo del Louvre, sustrayendo varias joyas de valor incalculable pertenecientes a la colección imperial francesa, entre ellas piezas atribuidas a Napoleón Bonaparte y la emperatriz Josefina.
De acuerdo con medios internacionales, el asalto al Louvre ocurrió alrededor de las 9:30 de la mañana (hora local) en la Galerie d’Apollon, una de las salas más emblemáticas del museo, donde se exhiben las joyas de la Corona francesa. Los delincuentes habrían burlado las alarmas y accedido al recinto por una zona en obras cercana al río Sena, utilizando una plataforma elevadora para ingresar por una ventana superior.
En cuestión de minutos, los ladrones rompieron las vitrinas con herramientas eléctricas y sustrajeron al menos nueve piezas —entre collares, diademas y broches— antes de escapar a bordo de motocicletas. Testigos y personal de seguridad relataron que el robo fue ejecutado con gran precisión, lo que sugiere que se trató de un grupo altamente profesional.
La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, calificó el hecho como “un robo mayor” y lamentó la pérdida de un botín de valor incalculable, al tratarse de patrimonio histórico nacional. Las autoridades ordenaron el cierre inmediato del Museo del Louvre para permitir las investigaciones y la recolección de evidencias.
El suceso ha desatado preocupación por la seguridad en museos internacionales, especialmente tras episodios recientes de vandalismo y robos en instituciones culturales europeas. Expertos en arte advierten que las piezas robadas podrían ser difíciles de recuperar debido a su relevancia histórica y su posible destino en el mercado negro de antigüedades.
Las autoridades francesas, en coordinación con la Interpol, han iniciado una investigación exhaustiva para dar con los responsables del robo y recuperar las joyas de Napoleón.
