Antes de iniciar sus recorridos por el país, para buscar el cargo de coordinador nacional de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación y ser considerado “presidenciable”, Ricardo Monreal Ávila tuvo que sanar un distanciamiento, prolongado, frío y agrio, de casi dos años con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así lo reconoce el senador con licencia, quien afirma que esa etapa fue producto de una intriga palaciega, luego de que la oposición ganó nueve de 16 alcaldías en Ciudad de México, el bastión de la izquierda, en las elecciones del 6 de junio de 2021.
“Yo sufro una intriga palaciega, señalando que yo había sido el autor para que esto ocurriera en la Ciudad de México, lo que era falso; esto me ahuyentó, me ausentó, dio una pausa prolongada en la relación con el presidente de casi dos años. No se da, sino hasta apenas hace dos meses, tres meses, en abril, que vuelvo a reinstalar la relación”.
Ricardo Monreal Ávila recuerda este pasaje reciente de su historia política en una entrevista exclusiva con Exilio.mx e Hipócrita Lector, en su más reciente visita a la capital poblana.
El zacatecano, que ha acompañado por más de 25 años a López Obrador, se toma el tiempo de hablar sobre un posible “monrealazo” al interior del Movimiento Regeneración Nacional (Morena); de su relación con Claudia Sheinbaum Pardo, la corcholata más adelantada de las seis en el camino a 2024, y sobre la posibilidad de que, a partir del segundo semestre del próximo año, despache desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento en Ciudad de México (sede del gobierno de la capital del país).
“Quiero ser coordinador nacional, pero vamos a esperar, son 70 días (a partir de este lunes quedan por delante 62) los que vamos a recorrer el país y, después sus cinco encuestas, van a definir en qué lugar nos coloca la población. Voy a honrar mi palabra de respetar el resultado”.
DISTANCIA PRESIDENCIAL
En las últimas horas del 6 de junio de 2021, la relación entre el entonces coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, inició el proceso de congelamiento, por lo menos de manera evidente.
La causa: los resultados de las elecciones en Ciudad de México que arrojaron nueve alcaldías para la oposición y siete para Morena. El bastión de la izquierda, había sufrido un golpe.
“Morena pierde su bastión histórico y yo sufro una intriga palaciega, señalando que yo había sido el autor para que esto ocurriera… lo que era falso; esto me ahuyentó, me ausentó, dio una pausa prolongada en la relación con el presidente de casi dos años”.
Aunque no ofrece detalles del acercamiento, Monreal Ávila acepta que fue en abril que “reinstaló”, primero la conversación, y después, la reconciliación con el mandatario federal.
“Ahora estamos en el mismo camino, con el mismo propósito de mantener la unidad y de que nuestro movimiento pueda continuar gobernando al país”.
El reencuentro con López Obrador, quien como presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) le alzó la mano a Monreal Ávila al ganar la gubernatura de Zacatecas en 1998, sirvió –afirma el legislador con licencia– para aclarar “muchas cosas”.
“Se aclaró mi acusación palaciega y, sobre todo, él reiteró el respeto y la confianza a nosotros en este proceso que estamos viviendo, de hecho, el partido me reconoce desde enero como un aspirante natural y lo confirma recientemente”.
RIESGO DE “MONREALAZO”
En 1998, tras no ser elegido por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como su candidato a la gubernatura de Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila decidió abandonarlo para ser el abanderado del PRD.
Eran los tiempos en que no era común que un político cambiara de bando con sus miles de seguidores. A aquel episodio se le conoció como el “monrealazo”.
Hoy, en el proceso interno de Morena para elegir al coordinador nacional de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación (que de facto será su candidato presidencial), el morenista acepta que hubo “pláticas con distintos actores políticos”, pero que nada se concretó.
“Había diferencias y hubo, incluso, pláticas con distintos actores políticos, pero nunca se concretó nada. Yo hablo con todos los partidos, hablo con todos los dirigentes. El Senado me permitía hacer ese trabajo y tengo una buena relación con todos, de respeto y no de interferencia con ellos, ni menos de identificaciones en sus propios propósitos políticos, que cada uno busca con libertad y en razón de sus principios”.
Y para que no quede duda, aclara: “26 años acompañándolo, 26 años de mi vida dedicada al movimiento, y ya decidí quedarme aquí y jugarme el todo por el todo con Andrés Manuel López Obrador”.
RELACIÓN CON SHEINBAUM
Hace seis años, Ricardo Monreal Ávila y Claudia Sheinbaum Pardo tuvieron su primer “enfrentamiento” interno en Morena. El primero, como jefe delegacional de Cuauhtémoc, y la segunda de Tlalpan, buscaron la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México. Fue ella quien ganó.
A la distancia, el originario de Fresnillo acepta que ya tiene una buena relación con Sheinbaum Pardo.
“Tengo una buena relación con la doctora. Se recompuso mucho la relación entre ambos y estoy decidido a participar a fondo con esta nueva modalidad de lograr la coordinación nacional”.
Sobre la posibilidad de despachar en 2024 desde las oficinas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, a unos metros de Palacio Nacional, advierte:
“No estoy distraído en otra posición, estoy enfocado y estoy totalmente concentrado en esta posibilidad en la que estamos participando, entonces quiero ser coordinador nacional de la Defensa para la Transformación (sic), pero vamos a esperar, son 70 días los que vamos a recorrer el país y, después, sus cinco encuestas van a definir en qué lugar nos coloca la población. Voy a honrar mi palabra de respetar el resultado”.
HOMBRE FELIZ
Ricardo Monreal Ávila reconoce que estos recorridos por el país los disfruta en compañía de su familia. “No la sufro, no me angustio, no me desespero”.
En su plática, resalta que es el único norteño que busca la nominación de Morena, y que se siente muy honrado de representar a esa parte del país.
—¿Qué le diría al Monreal de hace 20 años, el que salió a las calles de Zacatecas y recibió el apoyo de la gente?
—Era una época difícil; que no abandone los principios, que no abandone los ideales, que lo volviera a hacer, eso es lo que yo recomendaría. Es la enseñanza que me ha dado la vida, ahora con más madurez, ahora con más sabiduría, ahora con más prudencia, pero haría lo mismo porque ha sido una lucha constante a la que no he dejado de participar.