A pesar de que el grupo de Eduardo Rivera Pérez negó algún tipo de treta para sembrar a 22 prominentes yunquistas en 19 municipios rurales e indígenas para que fueran electos como integrantes del Consejo Estatal del PAN, el Registro Nacional de Militantes de ese partido terminó por confirmar la oscura maniobra.
De acuerdo con el padrón oficial que debe ser utilizado en la elección de la dirigencia estatal del PAN, a efectuarse el próximo 15 de diciembre, los 22 panistas fingieron una representación en municipios a los que no pertenecen y, si bien no es un acto ilegal según el Estatuto del partido, en los hechos marginaron premeditadamente cualquier participación a la militancia local, quitándoles voz y voto en su máximo órgano de gobierno partidista.
Esta práctica resulta todavía más grave debido a que, según el padrón del Registro Nacional de Militantes, 60 por ciento de los consejeros estatales están registrados como militantes del municipio capitalino, lo que demuestra la concentración de poder en detrimento de las fuerzas al interior del estado.
Por ejemplo, el segundo municipio con más consejeros es San Andrés Cholula, pero la cifra llega más que a seis personas, lo que confirma la disparidad en los equilibrios y representación de la militancia panista.
Al hacer un cruce de los 22 panistas que El Yunque hizo pasar como falsos indígenas ninguno cumplió con la residencia de los municipios donde fueron propuestos para el Consejo Estatal. De hecho, 19 están registrados como militantes capitalinos.