Ante los estragos causados por las fuertes lluvias en la Sierra Norte, el Gobierno de Puebla activó una respuesta inmediata en coordinación con los tres órdenes de gobierno, para restablecer caminos, servicios y brindar atención directa a la población damnificada.
El gobernador Alejandro Armenta informó que se trabaja con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional (GN), la Marina, y autoridades municipales, para rehabilitar vías de comunicación afectadas, mediante módulos de maquinaria adquirida por la administración estatal.
“Los trabajos son constantes y coordinados. Vamos a restablecer la conectividad lo más pronto posible en beneficio de las familias poblanas”, indicó Armenta durante su recorrido en La Ceiba, municipio de Xicotepec.
El mandatario destacó que los albergues temporales funcionan al 100%, ofreciendo comida, resguardo y atención médica. Además, se enviaron plantas potabilizadoras de agua para garantizar el abasto del líquido vital a las comunidades afectadas.
En apoyo a las labores, se habilitaron dos escuelas en Huauchinango como refugios temporales exclusivos para personal de la Marina: la Primaria Venustiano Carranza y la Secundaria Niños Héroes de Chapultepec.
En conjunto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se avanza en la restauración del servicio eléctrico, con un 50% de progreso en las zonas impactadas.
Por su parte, la Secretaría de Infraestructura ha desplegado maquinaria para rehabilitar caminos y liberar accesos bloqueados, como el subtramo Huauchinango-Xicotepec, y facilitar el ingreso de ayuda a 91 comunidades incomunicadas en 17 municipios.
Las lluvias torrenciales dejaron como saldo:
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134.8 km de vialidades afectadas
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404 derrumbes o deslaves
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24.5 km de asfalto dañado
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91 comunidades incomunicadas
Se hace un llamado a la población para donar artículos de primera necesidad en los centros de acopio ubicados en:
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SEDIF
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SICOM
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Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno
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COPARMEX
Estos insumos serán destinados a familias damnificadas en la Sierra Norte.
Catalina Gutiérrez, habitante de La Ceiba, relató el momento en que el río creció abruptamente:
“Mis hijos se espantaron mucho… muchas familias lo perdieron todo. Aunque mi casa quedó dañada, lo importante fue salvarnos. Vamos a empezar de nuevo”.
Desde los albergues, Juana Hernández Rubio, colaboradora del DIF municipal, resaltó el espíritu solidario:
“Preparamos comida para los desplazados. La ayuda del gobierno y de la comunidad ha sido fundamental en estos momentos difíciles”.
