En el Congreso de Puebla se presentó una iniciativa para castigar hasta con 12 años de cárcel, y una multa de 80 mil pesos, a quien utilice animales domésticos, como perros y gatos, para consumo humano.
La reforma al Código Penal del Estado que presentó la diputada Guadalupe Leal, del PAN, se relaciona con el caso de la Mataperros de Bosques de San Sebastián, quien tenía en su casa 45 perros y se acusó que después de matarlos los vendía como carne enchilada.
La iniciativa de reforma plantea que incremente hasta en una mitad las sanciones a quien consuma animales domésticos, sea para alimentación, obtención de materias primas para elaboración de productos o realización de prácticas religiosas, por lo que en los casos donde se aplique la pena máxima de ocho años de prisión podría llegar hasta 12 años.
“El caso del maltrato animal en Bosques de San Sebastián es un recordatorio escalofriante de la capacidad de crueldad humana y la importancia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades y la sociedad en general. Es un llamado a la acción para garantizar la protección de los animales y el castigo adecuado para quienes los maltratan, solo así podremos evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro”, señaló la diputada.
Aunque reconoció que el consumo de carne es una práctica arraigada en muchas culturas alrededor del mundo, Guadalupe Leal expuso que hay un aspecto poco explorado que merece atención: el consumo de animales domésticos ya que mientras que en algunas sociedades se considera tabú, en otras es una práctica común.
También señaló que uno de los riesgos significativos para la salud pública por el consumo de animales domésticos es la transmisión de enfermedades zoonóticas —de animales a humanos— como la rabia, la brucelosis y la salmonelosis.
“La falta de regulación y supervisión en la producción y procesamiento de carne de animales domésticos puede aumentar la probabilidad de que estos patógenos lleguen a los consumidores humanos, lo que representa un grave riesgo para la salud pública”, enfatizó.