La economía de Estados Unidos registró una contracción del 0.5% en el primer trimestre de 2025, según confirmó este jueves el Buró de Análisis Económico (BEA). El dato, correspondiente a una revisión definitiva del periodo enero-marzo, marca el primer retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) en tres años.
Este ajuste a la baja —tres décimas más respecto a la estimación anterior— se da en un contexto de cambio de administración, tras el retorno del presidente Donald Trump al poder en enero de este año.
Factores detrás de la contracción
De acuerdo con el BEA, la caída del PIB se debe principalmente a dos factores:
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El incremento de las importaciones, que representan una salida neta de recursos.
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El retroceso del gasto público, que redujo el impulso fiscal durante el trimestre.
Estos componentes pesaron más que los ligeros avances observados en la inversión privada y el consumo.
Impacto político y contexto
Este es el primer retroceso económico desde el primer trimestre de 2022, lo que interrumpe una racha de crecimiento sostenido para la primera economía global. El dato plantea cuestionamientos sobre el impacto de las políticas económicas impulsadas por la nueva administración Trump, en especial en materia de comercio exterior y gasto público.
Aunque es pronto para medir el efecto completo de los cambios implementados desde enero, los analistas advierten que el entorno de alta volatilidad y tensiones fiscales podría afectar la recuperación en los próximos trimestres.
Reacción de mercados y próximos pasos
Los mercados financieros reaccionaron con moderación, aunque algunos sectores, como el tecnológico y el manufacturero, mostraron señales de cautela. Se espera que la Reserva Federal analice con atención este reporte en su próxima reunión, en la que también podría ajustar sus proyecciones económicas para el resto del año.
La cifra del -0.5% representa no solo un dato estadístico, sino un mensaje político y económico sobre los desafíos de gobernar la economía más poderosa del mundo en un nuevo ciclo de liderazgo.