El gobernador Miguel Barbosa exhibió la doble cara del Partido Acción Nacional (PAN), que, por un lado, toman postura a favor de la familia Jenkins y dicen defender los derechos humanos de Tadeo y van contra el gobierno de Puebla, pero callan sobre el actuar de los organismos estatales en el caso Chalchihuapan.
En su habitual conferencia matutina, el gobernador aseveró que respeta las acciones que pretende impulsar el partido de oposición al acudir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por el tema del infante abandonado en el reclusorio a mediados del mes, aunque evitó pronunciarse al respecto.
“Que diputados del PAN federales y locales se dirijan a la CNDH para intervenir o asumir la investigación de violaciones en el caso del bebecito, es una visión que tienen. Tendrá que resolver la comisión, no voy a pronunciarme, es un planteamiento de ellos”, señaló el mandatario.
Al respecto del caso de Tadeo, Barbosa Huerta apuntó que se ha entregado toda la información pertinente a las autoridades fiscales estatales para el esclarecimiento de este hecho, por lo que más allá de toda crítica, agregó que entiende el papel que Acción Nacional busca jugar en este tema y en el caso de la Universidad de las Américas Puebla.
Barbosa Huerta contrastó la omisión que precisamente legisladores panistas hicieron en 2014, cuando el gobierno de Rafael Moreno Valle ordenó una represión en San Bernardino Chalchihuapan, y provocó la muerte del menor José Luis Tehuatlie Tamayo, y aseveró que la sociedad tiene presente aquel hecho.
Precisamente el pasado lunes, el gobernador lanzó el cuestionamiento hacia la dirigente estatal del PAN Augusta Díaz de Rivera para explique por qué la administración de su afiliación política permitió el saqueo a la Fundación Mary Street Jenkins.
El pronunciamiento de Barbosa se dio en respuesta a la solicitud que el Comité Directivo hizo al Ejecutivo sobre el caso de la institución privada con sede en San Andrés Cholula.