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lunes, octubre 6, 2025

Los clientes de Adán

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Publicado originalmente por Peniley Ramírez  en Reforma, compartimos este reportaje por su relevancia e interés periodístico:
Es enero de 1985. En Villahermosa, Tabasco, el notario Payambé López Falconi registra la Constructora Elvic, propiedad de un ingeniero civil y un ingeniero químico. Cuarenta años más tarde, en marzo de 2025, la notaria Adela Ramos López registra un poder, el trámite más reciente de esa misma compañía. Los movimientos quedan en familia. Ramos es suplente en la notaría 27 de Tabasco. El titular es Adán Augusto López, hijo de Payambé. Esta empresa, de la que poco se ha dicho, es parte de una red de clientes de Adán Augusto y su padre que han ganado contratos multimillonarios con Pemex y otras oficinas de gobierno y se han asociado con familiares de Humberto Bermúdez Requena, según las autoridades, líder de “La Barredora”.

Es septiembre de 2023. En Villahermosa, Pemex otorga a Elvic un contrato por 850 millones de pesos. La empresa no participa sola. Se asocia con Escudero Construcciones, una compañía que Adán Augusto registró, como notario, en septiembre de 2000.

Pude ver en decenas de registros públicos de comercio que, durante veinticinco años, Escudero Construcciones ha estado vinculada con otra compañía, Samaria Construcciones, y, a través de ella, con Bermúdez Requena. El notario en las enajenaciones de bienes, los poderes, los cambios de socios, las adquisiciones, durante años, fue el mismo: Adán Augusto. Todo esto ocurrió antes de que él se desempeñara como gobernador de Tabasco, secretario de Gobernación, aspirante a la Presidencia de México y ahora como senador por Morena.

Teniendo a su notario predilecto, estas empresas esperaron con bajo perfil durante años y luego florecieron. Solo en 2021, por ejemplo, Escudero Construcciones ganó contratos por más de 44 millones de pesos con la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas de Tabasco, mientras Adán Augusto era el gobernador.

A pesar de que estas empresas han existido durante décadas, los contratos de mayores montos con el gobierno de Tabasco y el gobierno federal, hasta donde hallé en registros públicos, ocurrieron en los años en que su notario, Adán Augusto, gobernaba el estado o tenía un altísimo puesto federal.

Lo mismo ocurrió con otras empresas como Gravera Río Puxcatán. Esta compañía se fundó en mayo de 1997. Adán Augusto fue el notario que la registró y Bermúdez Requena era uno de sus socios. En marzo de 2021, Bermúdez Requena se quedó como uno de los socios mayoritarios. Un mes después, la Gravera ganaba un contrato por 18.3 millones de pesos con una dependencia del gobierno de Tabasco. Cuando Adán Augusto se fue a dirigir Gobernación, la Gravera continuó ganando contratos con el gobierno municipal de Villahermosa. La alcaldesa allí era Yolanda Osuna, una de las políticas locales más cercanas al notario. Ahora, la prensa local ha reportado vínculos en otros negocios entre la exalcaldesa y Bermúdez Requena, hoy preso y con acusaciones de narcotráfico.

En las últimas semanas, mis colegas de Reforma, Televisa y otros medios han reportado cómo Adán Augusto no declaró más de 79 millones de pesos de ingresos profesionales, cómo sus clientes son estas empresas, algunas reconocidas como fantasmas por el SAT. Se ha publicado también cómo él fue el notario en varias compañías en la red de Bermúdez Requena y cómo otras empresas que registró en su notaría han ganado contratos multimillonarios con el gobierno federal, de Tabasco y de Villahermosa, coincidiendo con el ascenso al poder federal del notario que tienen en común.

Adán Augusto ha dicho que es él es un hombre rico, ganadero, un notario exitoso y que no se siente mal por haber nombrado a Bermúdez Requena como su secretario de Seguridad. Ha dado conferencias de prensa intentando explicar su fortuna, o por qué no reveló todos sus ingresos. Pero no ha dicho por qué validó durante años empresas ahora investigadas por haber obtenido contratos del gobierno, o por operar con personas acusadas de narcotráfico.

Revisé los registros de una docena de estas empresas y sus contratos públicos. Me queda claro que Adán Augusto es en efecto el denominador común entre estas compañías, porque durante años se formó, desde su notaría, un amplio círculo de poder, dinero y vínculos con el gobierno que ahora está en entredicho y, espero, también bajo investigación.

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