Antonio Gali soñó que sus barquitos podían sanear el Río Atoyac y Valsequillo, pero ante el fracaso, la administración del gobernador Miguel Barbosa Huerta les encontró un uso para que no estén varados: enviarlos a sanear lagunas al interior del estado.
Los barquitos de 209 millones de pesos que fueron adquiridos en el extranjero durante la minigubertura, serán llevados al municipio de Chignahuapan, a propuesta del presidente municipal Lorenzo Rivera Nava.
Pero para hacerlo, el gobernador tendrá que autorizar su traslado, el cual implica la contratación de un transporte especial y el costo de un seguro para cubrir cualquier desperfecto que sufran los barquitos durante su viaje.
La secretaria de Medio Ambiente de Puebla, Beatriz Manrique Guevara, dio a conocer que el presidente municipal de aquella localidad ya le presentó un proyecto para que los barquitos ayuden a limpiar la laguna, un atractivo turístico de la región.
“Esos barquitos costaron 209 millones de pesos, trasladarlos implica ficha técnica, seguros y algunos temas técnicos que estamos terminando, pero la idea es ayudar con el saneamiento de la laguna, necesitamos que no afecten los proyectos ecoturísticos que están aguas abajo”, explicó.
La titular de Medio Ambiente dijo que los barquitos podrían moverse de manera itinerante hacia otros municipios que cuenten con afluentes, pero deberán pasar por lo menos seis meses para que pueda resultar efectivo su uso.
“La itinerancia no es de corto plazo, para que nosotros podamos ver resultados en un cuerpo de agua con condiciones de contaminación mediana, estaríamos hablando de por lo menos de cuatro a seis meses de trabajo constante”, comentó.
Al inicio de su administración, Miguel Barbosa encontró que los tres barquitos que adquirió la administración de Antonio Gali no sirvieron para sanear el lago de Valsequillo, pues permanecía la contaminación en el lugar, por lo que desde entonces se encuentran varados en aquel afluente.