A un año del fallecimiento del cantante británico Liam Payne, exintegrante de One Direction, el proceso judicial en Argentina se encamina a juicio con únicamente dos acusados por suministro de estupefacientes, mientras que los otros tres imputados iniciales fueron sobreseídos.
El caso de Liam Payne, que conmocionó al mundo del espectáculo, se remonta al 16 de octubre de 2024, cuando el artista fue hallado sin vida tras caer del tercer piso del hotel CasaSur Palermo, en Buenos Aires. El músico se encontraba en el país acompañado por el empresario Rogelio Nores, quien lo había registrado horas antes en el establecimiento.
Los imputados que enfrentarán juicio son Braian Nahuel Paiz, mesero de un restaurante de Puerto Madero, y Ezequiel David Pereyra, empleado del hotel CasaSur. Ambos permanecen detenidos con prisión preventiva y se les acusa de haber suministrado cocaína al artista en los días previos a su muerte.
Los otros tres señalados —Nores, la gerente del hotel Gilda Martín y el recepcionista Esteban Grassi— fueron sobreseídos tras determinarse que no hubo dolo en sus acciones, de acuerdo con la resolución del Tribunal Oral N.º 30 de Buenos Aires.
La fiscalía revisó más de 800 horas de grabaciones de cámaras de seguridad, registros telefónicos y peritajes toxicológicos. El informe forense confirmó que Liam Payne murió a causa de politraumatismos provocados por la caída, y detectó en su organismo alcohol, cocaína y antidepresivos.
El fiscal Andrés Madrea, a cargo de la causa, sostiene que los acusados Paiz y Pereyra facilitaron las sustancias consumidas por el cantante. La querella, encabezada por la ex pareja del artista, Cheryl Cole, mantiene su participación en el proceso como parte civil.
Según la investigación, el empresario Rogelio Nores actuaba como asistente del cantante y habría omitido pedir ayuda médica pese al estado de intoxicación en que se encontraba Payne durante sus últimas horas.
Por su parte, Ezequiel Pereyra, uno de los empleados del hotel, declaró que el personal decidió no llamar a una ambulancia para evitar escándalos con los huéspedes extranjeros, trasladando al artista de regreso a su habitación.
El juicio oral, que será dirigido por el Tribunal Oral N.º 30, podría iniciar antes de que termine el año. Las defensas insisten en que no existió venta ni lucro, sino un “intercambio casual de drogas”.
La muerte de Liam Payne, de 31 años, generó un profundo impacto en los fanáticos de One Direction y reabrió el debate sobre los excesos, la salud mental y el acompañamiento a artistas internacionales en giras y eventos privados.
