Entre el exsecretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, hay un hombre que une sus lazos desde hace al menos 10 años. Su nombre es Lázaro Gaytán Aguirre y tanto fue uno de los asesores del primer trienio del edil poblano, como fue un personaje cercano de quien hoy enfrenta cargos por cinco delitos, entre estos narcotráfico y delincuencia organizada.
Recientemente, el munícipe intentó deslindarse del exsecretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, al señalar que el PAN nada tiene que ver con el juicio de una corte estadounidense en el que García Luna fue declarado culpable de cinco ilícitos.
A decir de Rivera, este escándalo de corrupción y narcotráfico no afectaría a Acción Nacional, toda vez que García Luna no era militante del partido y además, “cada quien” debe responder por sus actos de manera individual.
El alcalde poblano fue más allá y acusó que los militantes de Morena buscan sacar “raja política” del tema para afectar al PAN, situación que coincide con una posible percepción negativa de su gestión, al buscar ser el candidato a gobernador en 2024 por la coalición Va Por Puebla.
“La vinculación o la relación que quieren hacer de García Luna con el PAN, pues me parece que son cosas distintas, cada servidor público tiene que hacerse responsable de su actuar y de ir, por supuesto, ante las autoridades, y de responder ante cualquier acción dentro del cargo que haya ostentado, y me parece que sí, que hay adversarios de cara al proceso electoral que viene para 2024, quieren sacar raja política de una situación que obviamente ya está siendo sancionada”, sotuvo.
La cercanía de Lázaro Gaytán con Genaro García Luna fue revelada por el medio de comunicación La Opción de Chihuahua, en donde es ampliamente conocido el asesor de Eduardo Rivera Pérez.
A raíz de la detención de Genaro García Luna en Estados Unidos, el pasado 11 de diciembre de 2019, la columna editorial de La Opción, dio a conocer lo siguiente:
“Al que le puede rozar la lumbre del caso Genaro García Luna es al exdirector de seguridad pública (de Chihuahua), Lázaro Gaytán. Hay que recordar que el policía presumía en esos ayeres su relación con el entonces titular de la Agencia Federal de Investigaciones. Lázaro ya no puede poner un pie en Chihuahua desde hace rato, aunque por otras razones. Su ambición por hacer negocios a costa de las alcaldías le movió el piso fuertemente. Lo peor del caso es que también traicionó a su exjefe, Manuel Espino, a quien le comió el mandado en Naucalpan… ahora, por efecto de sus triquiñuelas, debe andar con cuidado en ciertas regiones y esperar que no salga a flote, por ahora, su relación con Genaro García Luna”.
LA CONEXIÓN POBLANA
Los vínculos de Eduardo Rivera con el exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio calderonista son visibles a través de Lázaro Gaytán Aguirre, quien fue asesor del panista en temas de seguridad pública durante su primer trienio para lograr obtener la certificación CALEA, según publicó Diario Cambio.
El 13 de abril de 2012, el reportero Gerardo Ruiz reveló que la crisis de inseguridad que golpeó a la administración panista, llevó a Eduardo Rivera a que “entregara el control del área a un cártel de policías chihuahuenses apadrinados por Lázaro Gaytán Aguirre, quien colocó al director de la Policía municipal, Gilberto Loya Chávez, y al responsable de la Academia de Policía, Pablo Camacho Aguirre, con el objetivo de recibir la certificación norteamericana CALEA (Commission on Accreditation for Law Enforcement Agencies) y con ello acallar los críticas acerca del índice de criminalidad en la capital”.
De acuerdo con declaraciones de Amadeo Lara Terrón, quien fue el exsecretario de Seguridad Pública y Tránsito municipal en ese tiempo, Lázaro Gaytán no firmó ningún contrato con el gobierno municipal para ofrecer servicios de consultoría; sin embargo, si asesoró al ayuntamiento de forma discrecional sin que se dieran a conocer los beneficios que se otorgaron por sus servicios.
Lo que sí fue del conocimiento público es que Lázaro Gaytán, como director de la Policía municipal de Chihuahua, estuvo involucrado en el escándalo de Jesús José Reyes Aldáz, alias El Chuy, quien era su escolta y se hallaba prófugo de la justicia por pertenecer a una banda de secuestradores perteneciente al cártel de Sinaloa.
A la par, el exsecretario de Seguridad Pública de Chihuahua habría estado involucrado con la desaparición de 90 cajas que contenían actas de hechos delictivos bajo el argumento de que fueron desechados para obtener la certificación CALEA.
En dichos documentos, estaba vertida información relevante para la ley de transparencia, denuncias y procesos de investigación policial durante el periodo que fue secretario de Seguridad Pública.
Los escándalos que rodearon a Lázaro Gaytán provocaron que, en cascada, solicitara su renuncia voluntaria del Ayuntamiento de Chihuahua, en mayo de 2009, debido también a los constantes señalamientos por el crecimiento de la incidencia delictiva en el municipio.
Tras su caída en la ciudad del norte, ofreció sus servicios de obtención de la certificación para el municipio de Mexicali en 2010. También comenzó los trabajos en la administración de la priista Blanca Alcalá Ruiz, en la ciudad de Puebla, aunque no la concluyó pese a que hubo una inversión de 2 millones de pesos.
Otro munícipe que asesoró sin que se lograra el certificado CALEA fue al panista de San
Andrés Cholula, David Cuautli Jiménez, quien gobernó entre 2008 y 2011.
A pesar de los múltiples señalamientos en contra de Gaytán Aguirre, en 2019 fue ungido como titular de Seguridad Pública en el municipio de Naucalpan, Estado de México, cargo que dejó un año después.
De acuerdo con El Universal, entre los pendientes que dejó a su paso por el Ayuntamiento de Naucalpan se encontraba el saneamiento y erradicación de actos de corrupción de la policía, el cumplimiento de entrega de seguros de vida para los elementos y viudas de fallecidos; habilitación de módulos de seguridad abandonados y el programa de brazaletes de emergencia para mujeres en riesgo y adultos mayores.