El fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, advirtió que Lili N., empleadora doméstica que habría cometido el delito de trata de personas con fines de explotación laboral, será buscada y detenida para que enfrente el proceso legal del que se le acusa, toda vez que no comparten el resolutivo de una jueza que la dejó en libertad en recientes días.
Higuera Bernal apuntó además que, tras la liberación de Lili N., también fue detenido su abogado por parte de la Procuraduría General del Estado de Tlaxcala (PGJE) por el delito de robo, aunque no dio más detalles de la situación legal que enfrenta el sujeto.
Higuera Bernal rechazó la versión de que la mujer haya salido del país, por lo que advirtió que próximamente podría ser reaprehendida, además de que hasta el momento solo ha sido presentada una denuncia formal en su contra.
Apuntó que la causa por la que Lili N. salió en libertad fue por un criterio que no comparten con la jueza Lizeth Del Carmen Fuentes, respecto al método en el que fue detenida por agentes de investigación de la propia Fiscalía.
“Nosotros cumplimos esa orden de aprehensión, presentamos a esa persona ante la autoridad que emitió la orden de aprehensión, se tomó una decisión que no compartimos y esa orden de aprehensión sigue vigente”, explicó el titular de la FGE.
Las acusaciones contra Lili N. datan de al menos hace 15 años, cuando comenzó a prospectar a mujeres de escasos recursos de la Sierra Norte de Puebla para que realizaran labores domésticas en su domicilio, localizado en la colonia San Manuel.
Sin embargo, testimonios narraron que, aprovechándose de la necesidad de mujeres, realizó diversas vejaciones contra sus empleadas, tales como encerrarlas en su domicilio, no pagarles por sus trabajos e inclusive retenerlas sin brindarles alimento.
Tras su liberación, integrantes de la Red de Formadoras Kualinemilis AC y diversas colectivas, condenaron la revictimización de la que fue parte una de las afectadas, quien hace un año fue rescatada y posteriormente presentó una denuncia.
De acuerdo con la Asociación, tras la liberación de la empleadora, un cúmulo de mujeres, en su mayoría indígenas, comenzaron a denunciar los malos tratos que sufrieron como trabajadoras del hogar como los siguientes:
“No me pagaba, no comía y no veía a mi familia”, de Anónimo, estuvo 5 meses en esclavitud en el año 2017.
“Me llevó a su casa, prometiendo trabajo, yo tenía mucha necesidad y por eso fui, me dejaba encerrada con llave cuando se iba de vacaciones y no podía comer su comida, nunca me pagó, intenté suicidarme en dos ocasiones con los productos que usaba para limpiar el baño. El día que hui, una señora que rentaba ahí me ayudó, me salí sin nada, ella me trajo de regreso a mi casa, no pude denunciar porque nadie me iba a creer, en aquel entonces tenía 15 años y tenía mucho miedo” Anónimo, estuvo dos meses hace 15 años”.
Lili N. es oriunda del municipio de Zacapoaxtla y durante al menos 15 años reclutó a mujeres originarias de Cuetzalan, Zacapoaxtla y Xochitlán, a quienes mantenía bajo esclavitud y llegó a quemar con aceite, las tenía sin comer, no les pagaba sus salarios, les quitó pertenencias como teléfonos celulares para que no se comunicaran con sus familiares y las amenazaba de muerte como intimidación para que no denunciaran.
