Staff HL
Llegó el verano, una de las estaciones del año más esperadas. Es también época de viajes por lo que haremos uno a la historia de la astronomía, recordaremos a uno de los grandes observadores del cielo: Giovanni Cassini.
Los invitamos a observar el cúmulo estelar abierto M44, el Pesebre, que será visitado por los planetas Marte y Venus. Entre las conjunciones de este mes, sobresale la que protagonizan la Luna y Venus. Si las condiciones climatológicas lo permiten, gozaremos de un par de lluvias de meteoros, las Ariétidas y las Bootidas.
Igualmente, podremos observar, en dirección del Escorpión y Sagitario, varios objetos Messier, aquí les presentamos sólo algunos de los más atractivos. En otra región, y como reto del mes, en torno a la constelación de Ofiuco, les invitamos a buscar y observar otro objeto Messier interesante, M12. No podemos concluir el mes sin las fases de la Luna.
Bienvenido el verano
El Sol se queda quieto. Éste es el significado de la palabra solsticio. Durante el solsticio de verano, en el hemisferio norte, es el día más largo del año. Astronómicamente se trata del instante del año en que el polo norte de la Tierra apunta de manera más directa al Sol, marcando el inicio del verano al norte del ecuador, y el del invierno al sur, que este año será el 21 de junio, a las 08:57, hora del centro de México.
Un famoso astrónomo del Renacimiento
Giovanni Domenico Cassini nació en Perinaldo, Italia, el 8 de junio de 1625, y murió en París, Francia, el 14 de septiembre de 1712. A la edad de 25 años fue profesor y catedrático de astronomía en la Universidad de Bolonia. Fue un gran observador del sistema solar. En 1665, descubrió y midió el movimiento de rotación de Júpiter; en 1666, hizo lo propio con Marte y Venus. En 1668, elaboró las tablas de los movimientos de los cuatro satélites Galileanos, sentando las bases para que el astrónomo danés Olaf Roemer empleara estos resultados para calcular la velocidad de la luz. En 1669, fue nombrado director del Observatorio Astronómico de París; ahí descubrió, entre 1671 y 1674, cuatro satélites de Saturno: Japeto, Rhea, Tetis y Dione, sumándolos al ya descubierto por Huygens.
En 1675 Giovanni Cassini observó una discontinuidad en los anillos de Saturno, la separación entre los anillos A (exterior) y B (interior), que había sido detectada 10 años antes por William Balle y que es conocida actualmente como “División de Cassini”.
Cuenta con otros grandes logros como establecer la distancia entre la Tierra y el Sol, con sólo 7 por ciento por debajo del valor actual, así como las distancias de Marte, y de los otros planetas, al Sol, basándose en la tercera ley de Kepler.
El Pesebre es visitado por Marte y Venus
El cúmulo abierto M44 o NGC 2632, popularmente conocido como el Pesebre o Cúmulo de la Colmena, se ubica en dirección de la constelación de Cáncer, a unos 182 pársecs o 593 años luz de nosotros.
Tiene una edad estimada de 625 millones de años y es una de las mayores concentraciones de estrellas cercanas, reducidas a un espacio de 23 años luz de diámetro.
Durante los primeros 15 días de junio, seremos testigos de la visita que recibirá el Pesebre del planeta Marte, que estará realizando su acercamiento máximo el 2 de junio, a tan sólo 10.4 minutos de arco; y de Venus que estará efectuando su acercamiento máximo el 14 de junio, a sólo 47.9 minutos de arco del cúmulo.
Les invitamos a desempolvar binoculares y telescopios para no perderse estos acercamientos, observables en los crepúsculos vespertinos, de las fechas mencionadas, hacia el noroeste de la esfera celeste.
Una lluvia de meteoros diurna
Esta peculiar lluvia de meteoros Ariétidas diurnas estará activa entre el 14 de abril y el 24 de junio, con su máximo el 10 de junio. Se le denomina diurna dado que el mejor momento para detectar fugaces será el amanecer del día 11, siendo la tasa máxima observable de 50 meteoros por hora; a pesar de que el radiante, punto del que parece provenir la lluvia, esté muy cerca del horizonte, se espera que se logren ver algunos meteoros.
El radiante se encuentra en dirección de la constelación de Aries, hacia la parte noreste de la esfera celeste. El cuerpo principal responsable de la lluvia ha sido identificado como el cometa 96P/Machholz.
Tres joyas del firmamento
Tres de los objetos más brillantes y llamativos del cielo nocturno –la Luna, Venus y Marte– tendrán un acercamiento digno de una postal al anochecer del 21 de junio. En particular, la Luna y Venus estarán en conjunción, es decir, van a compartir una de sus coordenadas ecuatoriales, la Ascensión Recta. La Luna estará a sólo 3° 41´ al norte de Venus y, muy cerca de ellos, aparecerá Marte. Todo esto en dirección de la constelación de Cáncer, hacia el noroeste de la esfera celeste.
Tercia de ases
En las regiones cercanas a Sagitario y el Escorpión podemos ubicar más fácilmente lo que los antiguos observadores del firmamento conocían como la Vía Láctea. Hoy sabemos que en esa dirección se encuentra el centro de nuestra galaxia y como es de esperarse, ahí podemos encontrar un sinfín de objetos celestes. Ahora les presentamos tres objetos sumamente interesantes.
El cúmulo abierto M6, Cúmulo de Mariposas o NGC 6405 en la constelación del Escorpión, se halla a mil 600 años luz de nosotros, en un área de entre 12 y 25 años luz y con un brillo aparente de 4.2. Está compuesto por 80 estrellas extremadamente jóvenes, con edades entre 50 y 95 millones de años. Se cree que Ptolomeo lo observó junto con el cúmulo M7, pero oficialmente el descubrimiento se le atribuye a Giovanni Battista Hodierna, en 1654. Messier lo incluyó como el número 6 en su catálogo, en 1764.
El cúmulo abierto M7, NGC 6475 o Cúmulo de Ptolomeo, fue descubierto y descrito por Klaudios Ptolomeo en el Almagest, el año 130, como “un cúmulo nebuloso tras el aguijón de Escorpión”; Messier lo incorpora a su catálogo como M7 en 1764. Se le estima una edad de 220 millones de años, formado por unas 100 estrellas a unos 800 años luz de la Tierra. Su magnitud aparente m = 3.3 permite localizarlo a simple vista en cielos oscuros.
Finalmente, la Nebulosa de la Laguna o M8, se halla a 5 mil años luz de distancia de nosotros, con un diámetro de 75 años luz, en dirección de la constelación de Sagitario. Fue descubierta en 1747 por Guillaume Le Gentil y es una región H II (Hidrógeno y plasma ionizada) causada por efectos de viento de estrellas masivas jóvenes y en proceso de formación.
Un veterano cúmulo globular
M12 o NGC 6218 es una concentración de estrellas poco densa hacia el centro del cúmulo globular que se localiza en la constelación de Ofiuco. Fue descubierto por Charles Messier en 1764, quien lo describió como una “nebulosa sin estrellas”. Es redonda y su luz es tenue. M12 se encuentra a la distancia de 16 mil años luz de la Tierra, tiene un diámetro de 75 años luz y agrupa 100 mil estrellas evolucionadas, cuya edad estimada es de 12 mil 600 millones de años.
Aún con cielos despejados, oscuros y sin contaminación lumínica, el cúmulo no se aprecia a simple vista, pero serán suficientes unos binoculares o telescopios pequeños para observar una pequeña nube redonda y difusa. Con telescopios de apertura mayor a 6 pulgadas (20 cm) es posible detectar estrellas.
Bootis, primer agricultor del mundo
De la región de Bootis, primer agricultor del mundo, según la mitología griega, se observará esta lluvia de meteoros, las Bootidas de junio. Estarán en actividad entre el 22 de junio y el 2 de julio, con su máximo el 27 de junio. La tasa máxima observable será variable, entre 0 y 100 meteoros por hora. El radiante se encuentra en dirección de la constelación de Bootis. El cuerpo principal responsable de la lluvia ha sido identificado como el cometa 7P/Pons-Winnecke. El mejor momento será después del anochecer del 27, hacia la parte noreste de la esfera celeste.