Las autoridades de Texas continúan las labores de búsqueda y rescate tras las devastadoras inundaciones repentinas del viernes 4 de julio, que dejaron decenas de víctimas fatales y múltiples desaparecidos. Entre ellos, al menos 20 niñas del campamento cristiano “Mystic” en Hunt, Texas, fueron arrastradas por la corriente luego de que el nivel del río Guadalupe se elevara ocho metros en apenas 45 minutos.
Vehículos blindados de la policía y equipos de rescate recorren la zona mientras continúa el operativo en el condado de Kerr, epicentro de la tragedia que ha conmovido al país. Las tormentas que azotaron Texas Hill Country dejaron hasta 38 centímetros de lluvia, lo equivalente a la mitad del promedio anual de la región, generando un muro de agua que arrasó con todo a su paso.
Greg Abbott, gobernador de Texas, aseguró que las operaciones de rescate seguirán sin descanso:
“Seremos implacables en la búsqueda y ubicación de cada víctima. No nos detendremos hoy ni mañana, nos detendremos cuando el trabajo esté terminado”, declaró.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, se trasladó a Kerrville para transmitir un mensaje en nombre de la Casa Blanca:
“El presidente Trump está profundamente desconsolado por lo sucedido en Texas. La pérdida de vidas es devastadora para él y Melania”, expresó. También confirmó que la declaración federal de desastre será aceptada, lo que permitirá el envío de ayuda urgente.
Vecinos del condado también se han sumado a las labores de rescate, con animales entrenados y herramientas personales. Uno de ellos comentó:
“Traigo a mi perro y estamos buscando a ver si encontramos algún animal o alguien herido. Es una situación muy triste y terrible”.
La emergencia por las inundaciones sigue activa, con decenas de víctimas ya confirmadas y múltiples personas aún desaparecidas. Las autoridades advierten que las condiciones climáticas podrían dificultar aún más los esfuerzos de rescate en las próximas horas.