La operación cicatriz al interior del PAN en Puebla comenzó a surtir efectos. El alcalde Eduardo Rivera Pérez cedió ante la diputada federal Genoveva Huerta Villegas con la intención de explorar la posibilidad de caminar juntos rumbo a la gubernatura en 2024.
No obstante, la reconciliación ocurre luego de que el munícipe fue el protagonista de una serie de traiciones en detrimento de la líder panista, desde presuntamente haber iniciado una campaña negra para impulsar a través de Consejeros Estatales del partido el rechazo del ejercicio financiero 2021 del Comité Directivo Estatal, incumplir con el acuerdo poselectoral de entregar el 25 por ciento de plazas laborales de la Comuna, hasta promover la unción de Augusta Díaz de Rivera en la dirigencia estatal del blanquiazul.
La reconciliación se materializó en un evento de arranque de obras de bacheo por parte del Ayuntamiento en la zona del Hospital Militar Regional. Allí, Rivera Pérez evitó reconocer que el trasfondo de la unión sean las miras rumbo al 2024, por el contrario, dijo que sucedió para “hacer un trabajo en equipo por la ciudad de Puebla”.
Por su parte, la exlíder panista desconoció si habrá “borrón y cuenta nueva” tras la pugna, pero dejó en claro que el limar asperezas sucede con miras al 2024 y como parte de una madurez política, luego de que los tribunales electorales no le favorecieron en las impugnaciones que presentó por los resultados de la elección de la dirigencia estatal del partido y que le dieron el triunfo a su adversaria.
“No sé si borrón (y cuenta nueva), pero sí ponernos a trabajar. Estoy trabajando todos los días, sino es en Hidalgo con la encomienda que me dio el Comité Ejecutivo Nacional es en mi propio estado; todos los días estoy fortaleciendo la familia panista (…). Hay una gran pluralidad, es lo que les he dicho, esa es la fortaleza del partido; pensamos distinto, pero lo que nos une es que a Puebla no le puede ir mal, le tiene que ir bien”, manifestó.
Un gusto acompañar al alcalde @eduardorivera01 al arranque del programa de bacheo en la ciudad de #Puebla 🚧🦺👷🏽♂️
Gracias presidente por la invitación. 😀 pic.twitter.com/FRp1pfr0r9
— Genoveva Huerta (@GenovevaHuerta) May 18, 2022
La operación cicatriz al interior del PAN sucede luego de medio año de desencuentros entre ambos panistas. El primer roce comenzó una vez que Rivera Pérez ganó la alcaldía de Puebla con el apoyo de las dirigencias estatales y nacionales del partido, presididas en ese momento por Genoveva Huerta y Marko Cortés, respectivamente.
Una vez con el triunfo en mano, el munícipe se olvidó de cumplir un acuerdo suscrito en tinta: la entrega del 25 por ciento de las plazas laborales de la Comuna a perfiles propuestos por la entonces líder del PAN.
El acuerdo, según se difundió, fue firmado en la sede del CEN por Genoveva Huerta, Eduardo Rivera –entonces edil electo-; Armando Tejeda, secretario de Elecciones del CEN; José Luis Ovando, quien fungía como delegado del CEN Puebla; Oswaldo Jiménez López y Jesús Zaldívar.
Tras el incumplimiento del acuerdo, el munícipe cometió una segunda jugada: operar el triunfo de Augusta Díaz de Rivera a través de sus alfiles para que fuera ungida como la nueva dirigente estatal de Acción Nacional.
Una vez con el Yunque apoderado del Consejo Estatal del PAN y con la imposición de Díaz de Rivera, los allegados del edil boicotearon el plan de reconciliación al interior del partido pues, a través del secretario general, Marcos Castro, rechazaron la aprobación de los estados financieros del Comité Estatal del 2021 que dirigió Huerta Villegas.
El reportero Ignacio Juárez reveló previamente que la dirigente Augusta Díaz y Genoveva Huerta habían sostenido una reunión en días previos a la sesión del Consejo, con la intención de generar una conciliación tras la pelea interna por la presidencia del partido, situación que no se concretó debido a que Marcos Castro, aliado del edil, propuso votar en contra de los estados financieros.