Con apenas un mes de socialización, en medio de inconformidades de vecinos y comerciantes del Centro Histórico, así como falta de respuestas ante las reglas de operación, el Ayuntamiento de Puebla, presidido por Eduardo Rivera Pérez, dará inicio este viernes formalmente al programa parquímetros con una cascada de 11 multas económicas que oscilarán entre los 384 pesos y los 9 mil 622 pesos, para los usuarios que hagan uso indebido del sistema.
Con estas multas, que han sido severamente criticadas por regidores, diputados y las mismas personas que viven o visitan el primer cuadro de la ciudad diariamente, el alcalde tiene como intención recaudar entre 3 y 7.5 millones de pesos al mes, lo que será el verdadero negocio para el gobierno municipal, pues sólo de ingresos por concepto de uso de los cajones de estacionamiento, apenas han recaudado 133 mil pesos en las primeras tres semanas del programa piloto.
El cobro del sistema además será un negocio redondo, pues la empresa que se encarga de la operación de los parquímetros es Cargo Móvil, ligada a empresarios de la ultraderecha poblana del grupo confesional El Yunque, del cual forma parte el alcalde Eduardo Rivera Pérez.
A esto hay que sumarle que Carlos Montiel Solana, coordinador de los regidores del PAN, es exsocio de hace una década del CEO de la empresa, Carlos Manuel Anaya Rodríguez, mientras que su hijo, Carlos Montiel Álvarez Perroni, es ejecutivo de la misma.
CACERÍA DE MULTAS
El pasado 3 de junio, el Ayuntamiento panista arrancó el programa de parquímetros en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla. Para entonces, Rivera Pérez ya llevaba a cuestas una serie de críticas por adjudicar a una empresa cuyos integrantes están adheridos a su grupo político.
No tardó ni una semana cuando los primeros vecinos y locatarios de la colonia El Carmen ofrecieron una rueda de prensa para denunciar que el proyecto lanzado por la Comuna carecía de una planeación, toda vez que sólo les permitía utilizar los cajones de estacionamiento por cuatro horas y no les dieron opciones para poder aparcar sus vehículos en otros espacios o durante más tiempo, bajo el pretexto de que “la vía pública es de todos”.
Pero bajo esta justificación, el gobierno municipal ya tenía un as bajo la manga: la recaudación a través de multas a todo aquel poblano que no respete el reglamento de los parquímetros.
Esta intención se dio, además, en medio de un discurso en el que el munícipe acusó que la administración pasada lo dejó sin recursos suficientes y tuvo recortes de fondos federales, aún cuando el presupuesto de egresos aprobado fue el más alto en la historia del municipio al ser de 5 mil 244 millones de pesos.
El gobierno municipal cobrará a cualquier poblano o turista multas económicas para la caja chica de la Comuna: para quien obstaculice, condicione o impida el estacionamiento en vía pública, la multa será de entre mil 154 y 9 mil 622 pesos y por omitir el pago de los estacionómetros, el usuario tendrá que desembolsar entre 2 mil 405 y 3 mil 367 pesos.
Por introducir objetos diferentes a los estacionómetros, mismos que no existen a la fecha, pues los supervisores de movilidad son los que cobran, el costo será de entre 3 mil 463 y 4 mil 811 pesos, en tanto que por dañar u obstruir el sistema, la sanción será de entre 4 mil 811 y 6 mil 735 pesos.
Por insultar a agentes de movilidad, la multa será de mil 154 a mil 844 pesos, por exceder las 3 horas de uso de estacionamiento será de entre 384 a 577 pesos y por exceder las seis horas de uso, los poblanos tendrán que desembolsar entre mil 924 a 2 mil 886 pesos.
Por no registrar el vehículo para el uso de los parquímetros, la sanción será de 384 a 577 pesos, por exceder del término de dos horas los vehículos no registrados para el uso del Estacionamiento Rotativo y por ocupar espacios con vehículos sin placas de circulación, la multa será de mil 924 a 2 mil 886 pesos, mientras que por exceder el espacio físico o invadir dos o más zonas de estacionamiento rotativo se pagarán de 384 a 577 pesos.
