Tras cinco horas de marcha desde el Ángel de la Independencia y ante un Zócalo capitalino completamente abarrotado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un mensaje con motivo de su cuarto año de gobierno, cuyo modelo definió como “humanismo mexicano” y celebró que en su movimiento exista ya un relevo generacional, ya que a la llamada “Marcha del Millón” acudieron en su mayoría jóvenes.
En sus 30 años de carrera política, nuevamente miles de simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional lo arroparon en la capital del país, esta vez en un acto oficial como presidente de la República, en lo que fue la última marcha que encabeza, a decir del propio mandatario quien ha anunciado su retiro de la vida política tras concluir su periodo en 2024.
Andrés Manuel fue recibido en la plancha del Zócalo entre gritos de “No estás solo” y “Es un honor estar con Obrador”, entre el público se encontraban la mayoría de los 22 gobernadores emanados de Morena, entre ellos el poblano Miguel Barbosa Huerta; empresarios cercanos a la Cuarta Transformación, como Carlos Bremer, quien tuvo un reconocimiento en el discurso del presidente; así como los hijos del mandatario.
En el templete lo acompañó su esposa, la escritora, investigadora y poblana Beatriz Gutiérrez Müller, de quien aprovechó para nuevamente aclarar ante la concurrencia que no participará en ningún proceso electoral de 2024, con lo que atajó los rumores de que estaría interesada en la candidatura a la gubernatura de Puebla. También estuvieron los integrantes de su gabinete, el legal y el ampliado.
“Así como les dije que somos maderistas y que no hay reelección, Beatriz ni siquiera aceptó ser primera dama, de modo que ella no va a participar en ningún proceso electoral. Ofrezco disculpas por decirlo, pero es un asunto de interés público y debe quedar claro que, por encima de los intereses personales, está el interés del pueblo, el interés de nuestra transformación”, sentenció.
“Son las 3 en punto. Me da mucho gusto estar con ustedes. Ya saben lo que decía Martí: Amor con amor se paga”, así inició su mensaje -sin hacer ninguna escala previa tras cinco horas de caminata- ante las miles de personas que ya aguardaban en la plancha de la Plaza de la Constitución en la Ciudad de México.
López Obrador destacó el relevo generacional que se está gestando en torno a su movimiento. “Me llamó mucho la atención y que me hizo muy feliz es que la mayoría de los que participaron en la marcha son jóvenes. Hay relevo generacional”, expresó.
También hizo una pausa para dedicar el evento en memoria de quienes fueron precursores de la cuarta transformación “y van a seguir estando con nosotros siempre porque son como esas personas, mujeres y hombres, que cierran los ojos, pero se quedan velando, deben estar muy felices”, indicó.
El Presidente sentenció que muchas de las acciones que se han iniciado en su gobierno deberán concluirse al finalizar su cargo, pues no dejará ningún pendiente. Antes de enlistar las 110 acciones, y fiel a su estilo, pidió paciencia al público que por poco más de 120 minutos escuchó al mandatario.
“Nosotros somos maderistas. Sufragio efectivo, democracia efectiva, no reelección”, reiteró tras subrayó que en su gobierno no se excluye a nadie y se garantizan los derechos individuales y colectivos, pero se aplica el principio de que, por el bien de todos, primero los pobres.
De ahí pasó a enlistar la serie de acciones y anuncios para el próximo año, como el nuevo aumento al salario mínimo en un 20 por ciento más, con la finalidad de que al finalizar el sexenio haya registrado un incremento del 100 por ciento.
López Obrador aseguró que en México se está ganando la batalla contra el racismo y la discriminación en todas sus expresiones y de garantizar la libertad de expresión y derecho a disentir, y, refirió, muestra de ello fue la marcha a favor del INE organizada la semana pasada.
“México es un santuario de libertades, por ejemplo, aquí en la Ciudad de México hace unos días, sin ningún obstáculo, hicieron su cumbre los más famosos personajes de la ultraderecha en el mundo”, señaló.
Pasó entonces a definir el modelo de gobierno a cuatro años de ejercer el cargo, pues, dijo, que en política es importante definir en el terreno de lo teórico el modelo de gobierno que se está aplicando.
“Mi propuesta sería llamarle humanismo mexicano”, soltó y delineó los principios económicos, políticos y sociales que dijo que inspiran a este modelo de la Cuarta Transformación.
En lo político es no aceptar el derrotismo con base en los ideales del cura Miguel Hidalgo: “el pueblo que quiere ser libre, lo será”. En la democracia es considerar básico actuar como el presidente Francisco I. Madero, quien llamó al pueblo a tomar las armas contra la dictadura de Porfirio Díaz; y en el tema económico, con el ideal de que no hay progreso sin justicia social.
“La estrategia de la política social es respetar, atender y escuchar a todas y a todos, otorgando preferencia a los pobres y humillados, ese fue mi lema en el 2000, por el bien de todos, primero los pobres. Debiera ser la esencia de la actividad porque es sinónimo de humanismo, porque la dinámica del poder solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás”, añadió.
Reiteró las frases que lo han acompañado durante cuatro años en el ejercicio del poder: “Solo el pueblo puede salvar al pueblo”, “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, “Nunca jamás vamos a traicionar al pueblo”, “Nada se logra sin amor al pueblo”.
En ese sentido se refirió a los jóvenes, la mayoría que abarrotó la “Marcha del Millón”, que buscan dedicarse a la política: “No olviden que lo principal es tenerle amor al pueblo, querer al pueblo, profundo amor al pueblo, nada se logra sin amor al pueblo. Continuemos impulsando el cambio de mentalidad, la revolución de las conciencias, hagamos realizar y gloria el humanismo mexicano”, dijo tras cerrar con tres vivas y el Himno Nacional.