El gobernador Alejandro Armenta Mier ordenó un despliegue especial de vigilancia en los municipios de Zacatlán, Chignahuapan y Ahuazotepec, ante el incremento de la actividad de grupos huachicoleros en la Sierra Norte de Puebla. La decisión se debe al crecimiento de tomas clandestinas en la región, que concentra la mayor parte de los casos detectados en el estado.
Datos de Petróleos Mexicanos (Pemex), obtenidos a través de una solicitud de información por el portal Paralelo 19, revelan que, de las 2 mil 902 tomas ilegales registradas en los últimos seis años, 2 mil 126 se localizaron en los ocho municipios de la Sierra Norte. Esto confirma un desplazamiento de las actividades delictivas, que antes se concentraban en el Triángulo Rojo, donde se reportaron 467 tomas, el 16 por ciento del total.
Huauchinango, enclavado en la Sierra Norte, es el nuevo centro del robo de combustible, pues desde 2019 a diciembre de 2024 registró mil 212 ordeñas clandestinas de combustible. Durante los últimos seis años, en Puebla sumaron 2 mil 902 tomas clandestinas, equivalente a una ordeña cada 18 horas en Puebla.
La migración del huachicol coincide con el cierre de válvulas de cuatro oleoductos en 2019, durante el primer año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, como una medida para combatir las tomas clandestinas que causaban pérdidas millonarias para Pemex.
Uno de los oleoductos cruza por el llamado Triángulo Rojo, conformada por los municipios de Quecholac, Acatzingo, Tepeaca, Palmar de Bravo, Tecamachalco, Acajete y Amozoc, donde se asentaron las bandas dedicadas al robo de combustible. En esta región sumaron 467 perforaciones ilegales. La tendencia en la región es a la baja, pues pasó de 233 casos en 2019 a tener apenas dos incidencias durante 2024.
DELITO A LA BAJA
Datos de Pemex muestran que desde 2019 hubo una disminución del robo de combustible en el Triángulo Rojo, durante el gobierno del fallecido exgobernador Miguel Barbosa Huerta quien advirtió un combate frontal a las bandas huachicoleras. Por el contrario, en la Sierra Norte el delito creció año con año.
En 2020, la incidencia al norte del estado era de 195 tomas clandestinas y se mantuvo en 194 casos para el año siguiente; no obstante, para 2022 se aprecia un alza de más de 100 ordeñas ilegales, pues los registros ascendieron a 238. El crecimiento de huachicol se repitió para 2024 cuando sumaron 422 perforaciones a ductos de Pemex y el año 2024 cerró con 443 tomas.
La región centro de Puebla, conformada por la capital y San Martín Texmelucan mantiene la incidencia de huachicol y durante los últimos seis años suman 309 denuncias de perforaciones ilegales.
Durante el sexenio del finado Rafael Moreno Valle Rosas, quien mantuvo a cargo de la seguridad a Facundo Rosas desde 2011 hasta 2015, el crecimiento de ese delito fue exponencial. De 2011 a 2013 las tomas clandestinas se duplicaron, pues pasaron de 73 a 211, mientras que para 2015, el huachicol había crecido 975 por ciento.
OPERATIVOS ANTIHUACHICOL
El pasado 10 de febrero, el gobernador anunció operativos conjuntos con el despliegue de autoridades de los tres órdenes de gobierno, para atender “de manera integral” la incidencia delictiva en la región de la Sierra Norte de Puebla. La operación se desarrolla en zonas urbanas y rurales con patrullajes aéreos y terrestres, para disuadir la comisión de delitos y reforzar la respuesta institucional ante cualquier amenaza a la seguridad ciudadana.
La administración de Armenta Mier demostró la disposición de las Fuerzas Armadas para colaborar en la entidad, pues las acciones fueron coordinadas por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en conjunto con la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y policías municipales.
“El programa que tenemos de blindaje en Puebla tiene que ver con la coordinación interinstitucional de los gobiernos, tiene que ver con las Fiscalías, tiene que ver con los municipios, entre todos estamos atendiendo la prioridad del gobierno que es la seguridad”, dijo el gobernador
El gobierno estatal busca contener el avance del huachicol en la región con un operativo que incluye el refuerzo de elementos de seguridad en las principales vías de comunicación y zonas con antecedentes de extracción ilegal de combustible. Las autoridades locales han alertado sobre el riesgo de violencia en la zona, debido a la presencia de grupos criminales que disputan el control del mercado ilegal de hidrocarburos.
La problemática del robo de combustible sigue afectando a Puebla, entidad que ha figurado entre las de mayor incidencia a nivel nacional. A pesar de los esfuerzos por erradicar esta práctica, las bandas dedicadas al robo de combustible han encontrado nuevas rutas y refugios, lo que ha derivado en ajustes de estrategia por parte de las autoridades estatales y federales.