El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, reafirmó su postura contra la corrupción y el crimen organizado al señalar que su administración trabaja para erradicar prácticas delictivas como el huachicol. Enfatizó que el gobierno estatal no tiene complicidad con delincuentes y que, quien protege a criminales, “es también un delincuente”.
Durante la entrega de apoyos para el campo en Pantepec, Puebla, Armenta afirmó que Puebla era considerado un estado huachicolero, aludiendo a que gobiernos anteriores protegían el robo de hidrocarburos. “O estás del lado del pueblo o del lado de los delincuentes, no hay más”, sentenció el mandatario.
Para fortalecer la estrategia de seguridad, reveló que solicitó a la presidenta Claudia Sheinbaum el envío de un alto perfil militar. “Le pedí a la presidenta que me mandara un alto mando de la Marina. Me envió al vicealmirante Francisco, quien coordinaba los mandos terrestres en todo el país”, explicó.
Gracias a esta colaboración con las fuerzas armadas, destacó avances importantes: “51% menos feminicidios, y todos los indicadores de seguridad han mejorado”. Aunque reconoció que aún falta mucho por hacer, subrayó que no hay colusión entre su administración y grupos criminales.
“Si el gobierno del Estado no está coludido, las autoridades municipales tampoco deben estarlo. La seguridad es para el pueblo, no para proteger criminales”, declaró.
Además, celebró que Pemex haya reconocido los esfuerzos del estado en la lucha contra el robo de hidrocarburos, otorgando Petrios como reconocimiento a la cooperación institucional.
Finalmente, reiteró su alineación con el proyecto nacional: “Estoy del lado de la presidenta y del lado del pueblo”, concluyó Armenta.
