El actor George Clooney, de 64 años, ha relatado en una entrevista con Esquire que decidió mudarse a Francia con su esposa Amal Clooney y sus mellizos, Ella y Alexander (8 años), a una granja en Provenza para ofrecerles un entorno más saludable, tranquilo y auténtico que el que ofrece Los Ángeles.
Viven en una finca de estilo señorial (siglo XVIII) situada en la región de Provenza, rodeada de naturaleza: campos, olivares, viñedos, y un ambiente donde los niños hacen tareas cotidianas como ayudar con la comida o recoger los platos, lejos del ritmo frenético de Hollywood.
Clooney señala que le preocupaba que sus hijos crecieran en una cultura obsesionada con la fama, la exposición mediática y las comparaciones constantes entre hijos de celebridades. En Francia, dice el actor, “a la gente le da igual la fama”.
Además, George Clooney enfatiza que este estilo de vida busca no solo paz, sino enseñar responsabilidad, autonomía y valores simples. Menos pantallas, más momentos reales en familia. Durante la entrevista, el actor recuerda su infancia en una granja en Kentucky, que de niño detestaba, pero ahora ve como un modelo ideal de crianza para sus hijos.
Esta decisión coincide con una pausa en su vida hollywoodense: aunque sigue activo, Clooney prioriza el bienestar familiar por encima del glamour. Para él, lo más importante es que sus hijos crezcan sin preocupaciones por paparazzi ni comparaciones, y con la libertad de ser ellos mismos.