“¡Culpable!”, retumbó la voz del juez en la Corte del Distrito Este de Nueva York, en donde desde hace cuatro meses se escucharon las declaraciones en el caso de Genaro García Luna acusado de participación en una empresa criminal continua y otros de conspiración para obtener, importar y distribuir miles de kilogramos de cocaína en Estados Unidos, además de presuntamente haber hecho declaraciones falsas a funcionarios estadounidenses de inmigración.
“García Luna no estuvo más de 20 minutos frente al juez. Nunca se le vio más angustiado durante el juicio. Entró 20 minutos antes de las tres de la tarde y mandó besos a su familia como hacía antes de cada audiencia. Esta vez, sin embargo, el ritual fue mucho más corto. El exsecretario se enfrentaba a su destino. El jurado entró cinco minutos más tarde, después de que el juez preguntara a las partes si había alguna razón para que no se emitiera el fallo”, reportó el diario español El País. No había ninguna.
Ahora García Luna deberá esperar hasta el próximo 27 de junio, según determinó el juez de la Corte del Distrito Este de Nueva York, para saber cuánto tiempo estará tras las rejas. El exfuncionario enfrenta una pena que va desde los 20 años de prisión, hasta cadena perpetua, de acuerdo con lo dicho por la Fiscalía ayer a través de un comunicado.
Uno de los juicios más importantes de la historia política de México salpicó a los expresidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón. La Fiscalía estadounidense presentó múltiples evidencias de que los 15 exfuncionarios que conformaron la organización criminal del exsecretario de Seguridad Pública operaron con impunidad dentro de las instituciones federales entre 2000 y 2012 –los dos sexenios panistas–, y que la corrupción llegó al más alto nivel.
Los testimonios también salpicaron a la administración de Calderón. Édgar Veytia, exfiscal de Nayarit y convicto por nexos con el narcotráfico, dijo que se dio la instrucción de proteger a El Chapo Guzmán sobre el resto de narcotraficantes. El expresidente negó que tales ordenes existieran durante su mandato. “Nunca negocié ni pacté con criminales”, respondió el exmandatario.
Incluso salió el nombre el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. El abogado de la defensa, César de Castro preguntó el pasad0 14 de febrero al capo Jesús El Rey Zambada, testigo del juicio a García Luna en Nueva York, si recordaba que él había pagado siete millones de dólares a un colaborador de López Obrador en su primera campaña presidencial, lo cual fue rotundamente desmentido por el mandatario federal.
El juicio contra García Luna en Nueva York destapó “el caso de corrupción más grande de México”, como apuntó la fiscal estadounidense. “García Luna, que una vez estuvo en la cúspide de la aplicación de la ley en México, vivirá el resto de sus días teniendo que enfrentarse a la justicia. Vivirá el resto de sus días habiendo sido revelado como un traidor a su país y a los honestos de la ley que arriesgaron sus vidas para desmantelar los cárteles de la droga”, dijo Breon Peace, fiscal del Distrito Este de Nueva York.
Las agencias de seguridad nacional –CIA, DEA, FBI– han rastreado todos los movimientos del exsecretario de Seguridad Pública y están convencidas de que éste y otros 14 exfuncionarios operaron como una organización criminal dentro de las instituciones federales, y que la corrupción y nexos con el Cártel de Sinaloa llegaron al más alto nivel.
Anne Milgram, quien está a cargo de la Agencia Antidrogas (DEA), dijo que “la condena de hoy de Genaro García Luna demuestra claramente que la DEA no se detendrá ante nada para perseguir a los funcionarios políticos corruptos que se dedican al narcotráfico y la violencia”.
OTRA DEMANDA EN MIAMI
Genaro García Luna enfrenta además en Miami una demanda civil por lavado de fondos “robados”, con la que México pretende recuperar unos 700 millones de dólares.
La demanda interpuesta por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del Gobierno mexicano en 2021, ante los tribunales del condado de Miami-Dade, incluye a la esposa de García Luna, Linda Cristina Pereyra, como “participante principal” de una “compleja” red que usó al menos 40 empresas y fideicomisos para sus propósitos.
Esta acción legal está oficialmente “inactiva” desde diciembre pasado, debido a una apelación aun no resuelta y es independiente de la causa penal abierta en los tribunales federales de Nueva York contra García Luna (2006-2012) por cuatro cargos de narcotráfico y uno migratorio.