La jornada nacional de bloqueos convocada bajo el lema “Bloquons tout” (“Bloqueemos todo”) estalló con decenas de actos de sabotaje en toda Francia, dejando casi 300 detenidos a mediodía, 170 de ellos en París y sus alrededores, según informó el ministro del Interior, Bruno Retailleau.
Las autoridades registraron más de 400 acciones entre concentraciones y sabotajes. Hubo más de 100 incendios en la vía pública, bloqueos en transportes, escuelas y nudos viales; además, ciudades como Rennes, Marsella, Lyon y Burdeos reportaron enfrentamientos entre manifestantes y la policía, con lanzamiento de piedras y contenedores incendiados.
En París, se contabilizaron cerca de 7,500 manifestantes en diversas movilizaciones.
El gobierno desplegó un operativo masivo de 80,000 policías y gendarmes, con apoyo de helicópteros, drones y vehículos blindados, en una respuesta calificada por Retailleau como “la Francia del coraje frente a la Francia del sabotaje”.
Estas movilizaciones fueron convocadas tras el paquete de recortes presupuestarios propuesto y la destitución del primer ministro François Bayrou. El nuevo nombramiento de Sébastien Lecornu como primer ministro no logró apaciguar el malestar social.