Hace cuatro años y medio, Nazaria Irais Simón Aguilar trabajaba como profesora de bachillerato en la comunidad de Santa María Acuexcomac, Puebla. En sus ratos libres laboraba como taxista para llevar un ingreso extra a su hogar, y así proveer de techo y alimento a su hijo de 11 años.
El domingo 24 de septiembre de 2017, aprovechando su descanso en las aulas, abordó su taxi para realizar su jornada laboral tras recibir una llamada en la que le solicitaron un servicio rumbo a Paso de Cortés.
Sin embargo, en ese momento lo que menos se imaginó es que esa tarde sería una de las 27 víctimas de feminicidio que la Fiscalía General del Estado (FGE) registró ese año y mucho menos, que sería violada y torturada por tres sujetos: Dylan N., Pedro Paredes Zane y Juan Manuel Limones Pérez.
Cuatro años después de los hechos, la justicia llegó para la familia de Nazaria Irais. Y es que, luego de una audiencia en la Casa de Justicia de la avenida 11 sur, la Fiscalía logró sentenciar a dos de los involucrados, al encontrarse pruebas suficientes sobre su participación en el cruento caso.
Este miércoles, Juan Manuel Limones Pérez y Pedro Paredes Zane fueron declarados culpables por el feminicidio de la víctima de 34 años de edad, pero será el próximo 28 de marzo cuando se llevará a cabo una segunda audiencia en la que se definirá la condena, la cual puede ir de los 40 a 60 años de prisión.
A casi 5 años de la tragedia
Investigaciones a cargo de la Fiscalía de Puebla dieron a la familia algunos indicios de cómo sucedieron los hechos el 24 de septiembre de 2017.
Pedro Paredes abordó el vehículo en el que Nazaria ofreció un servicio de taxi y se sentó del lado del copiloto, a su paso lo siguieron Juan Manuel y Dylan en los asientos de atrás.
A escasos 200 metros del punto solicitado, Juan Manuel extendió su abrazo y arrebató el dinero de Nazaria. En cuestión de segundos extrajo de su bolsillo un cordón con el que presionó su cuello hasta dejarla inconsciente.
Nazaria fue tomada por los sujetos y encerrada en el maletero del vehículo March Azul que conducía para trabajar. Unos metros después, fue arrojada entre la hierba, amordazada y violada anal y vaginalmente, mientras era golpeada por los sujetos.
Aún viva, recuperó el conocimiento, pero solo por un momento: Pedro Paredes desenredó las agujetas del calzado de Nazaria, y las enredó en el cuello de la víctima hasta asfixiarla.
El día de la desaparición, los familiares de la víctima lo recuerdan como un día lluvioso en el que por más de 24 horas buscaron desesperadamente su paradero.
“Estaba lloviendo, la buscamos por acá, en otro pueblo y ya no la encontramos. El niño siempre la tenía bien vigilada, se sentó ahí y se puso a llorar: No aparece mi mamá”, recordó Juana Nazaria Aguilar, madre de la víctima.
Fue el 25 de septiembre de ese mismo año, un día después del feminicidio, cuando sus familiares hallaron a Irais en Camino Las Flores, amarrada de manos y pies, con más de 30 lesiones y la quijada quebrada debido a los severos golpes.
Desde entonces, la familia Aguilar emprendió la búsqueda de justicia, pero la tarea no fue nada sencilla. Para ello tuvieron que considerar la propuesta de eximir de culpa o reducir la condena contra Dylan a cambio de una confesión, lo que les permitió conocer cómo ocurrieron los hechos y poder llegar a una sentencia condenatoria contra Juan y Pedro.
Cuatro años y medio después de la pérdida, e inclusive horas antes de la sentencia contra los feminicidas, los familiares de Nazaria continuaron con la exigencia de justicia.
La desesperación fue tal que, mientras se realizaba la audiencia en Casa de Justicia este miércoles, Rocío Simón, hermana de la víctima, acudió por la mañana a un evento del Ayuntamiento de Puebla para solicitar un acercamiento con las autoridades competentes y sentenciar a los responsables, aun cuando éste no es el órgano adecuado para sancionar delitos.
Sin embargo, al cabo de unas horas, desde Casa de Justicia el asesor legal de la familia, Rubenell Fernández reveló que se logró una sentencia condenatoria contra los responsables, además de que cuentan con todos los elementos para enfrentar cualquier apelación por parte de la parte denunciada.