La tarde de este 9 de agosto conmocionó a la clase política de Puebla con el fallecimiento de la diputada local por el distrito de Cholula, Aurora Guadalupe Sierra Rodríguez. La legisladora destacó por su perfil ciudadano que dejará como legado su lucha por erradicar la violencia en contra de las mujeres y garantizar sus derechos en el estado, impulsando leyes para reconocer la violencia ácida y la violencia vicaria en contra de las mujeres.
El reporte del fallecimiento de la legisladora de 37 años, postulada por el Partido Acción Nacional (PAN), se dio alrededor de las 17:30 horas, donde se informó que la causa del deceso fue un paro cardiaco. De acuerdo con su entorno cercano, Aurora Sierra había estado sometida a un permanente estrés y ansiedad desde que se enteró de la salida de prisión de su expareja, Víctor Hugo Islas, con quien sostenía un proceso penal por el delito de violencia familiar.
En una entrevista el 1 de junio de este año, la legisladora declaró temer por su vida debido a que la juez de Control de la Región Cholula concedió salir de prisión preventiva a su expareja para seguir el proceso penal en su contra en prisión domiciliaria. Incluso, llegó a confiar a su círculo más cercano el miedo que tenía por verse involucrada en algún tipo de venganza del expriista.
“¿Que si temo por mi integridad y mi vida? Lo hago todos los días, pero esto lo hago —hay que decirlo— en el marco de la defensa de las causas que defiendo, esto lo hago por todas las mujeres a las que en distintos espacios procuro dar voz. Pediría que, con sumo respeto, le pudiéramos dar tratamiento a lo estrictamente necesario y saber que esto no se ha acabado”, expresó ese 1 de junio.
El periodista Juan Carlos Valerio reportó que, de acuerdo con información extraoficial, desde el 8 de agosto la diputada empezó a sentirse mal; asistió a un chequeo médico en el transcurso del día y durante la consulta se le presentó el infarto que le quitó la vida.
El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina manifestó a través de redes sociales su solidaridad para la familia de la diputada fallecida, a quien reconoció su trabajo en favor de las causas sociales, y en especial su enfoque en favor de las mujeres.
“Una gran compañera legisladora, quien dedicó su trabajo al bienestar de #Puebla y las causas de las mujeres, siempre comprometida con sus ideales. Mi solidaridad con sus familiares, compañeros legisladores y seres queridos. Descanse en paz”, expresó el mandatario estatal en Twitter.
También se sumó a las condolencias el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien envió su apoyo a sus familiares. “Envío un abrazo solidario a familiares y amigos de mi amiga Diputada @AuroraSierraR. Lamento profundamente su fallecimiento. Descanse en paz”, dijo.
La legisladora federal Genoveva Huerta Villegas —quien la impulsó para ocupar la candidatura a diputada local cuando fue presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN— también expresó su pesar ante la noticia del fallecimiento de Aurora Sierra, de quien resaltó fue la primera presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de Puebla durante la LXI Legislatura.
“Las palabras son insuficientes para expresar la tristeza que sentimos ante la inesperada partida de nuestra querida amiga Aurora Sierra, quien fungió como presidenta de la Mesa Directiva del @CongresoPue Envío mi más sentido pésame a su familia y amigos. Descanse en paz”, declaró en redes sociales.
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, y el Comité Ejecutivo Nacional del partido blanquiazul también manifestaron sus condolencias para la familia de la diputada local panista.
“Es una pena enterarme del fallecimiento de mi amiga Aurora Sierra, diputada local de Puebla. Envío un abrazo con cariño y mis más sinceras condolencias a sus familiares”, expresó Cortés Mendoza.
La presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Augusta Díaz de Rivera Hernández, se sumó a las muestras de cariño para la familia de la diputada fallecida, de quien reconoció como una luchadora social.
“Hoy Puebla pierde a una luchadora social; las mujeres a una defensora de nuestras causas; el PAN Puebla, a una líder y su familia a un pilar ejemplar. Lamento profundamente el fallecimiento Aurora Sierra. Acompaño en oraciones a familiares y amigos en estos difíciles momentos”, escribió.
De igual forma, el Congreso del estado de Puebla se sumó a la pena que embarga a familiares y seres queridos de Aurora Sierra, de quien destacaron su trabajo incansable presentando iniciativas de beneficio social y ofrecer su constante disposición a escuchar y atender a poblanas y poblanos en sus necesidades.
“Para las y los diputados que integran la LXI Legislatura, el fallecimiento de la Diputada Aurora Sierra, además de dolorosa, representa una pérdida irreparable y tal y como ella lo realizaba, los integrantes del Congreso trabajaremos intensamente en beneficio de poblanas y poblanos, haciendo tributo a las funciones que realizó en vida nuestra querida compañera legisladora”, se lee en el comunicado del Poder Legislativo.
EL IMPACTO DE AURORA
Pese a tener nula experiencia en el ámbito político, Aurora Sierra se manejó como alguien con años de expertisse en el tema legislativo. Su preparación académica fue como licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). También tenía una maestría en Fiscalización y Rendición de Cuentas por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP); y era maestra en Psicología Clínica por la UDLAP.
El 15 de septiembre del 2021 rindió protesta como diputada de la bancada del PAN, tras vencer a Pablo Salazar Vicentello —candidato de Morena en esa elección— en su primera contienda. Ante su falta absoluta deberá ocupar la curul su suplente, Lizette Minto García.
La lista de reformas que impulsó es larga. Una de ellas es la tipificación y sanción de la violencia vicaria en Puebla, una modalidad de violencia en contra de las mujeres cometida por los hombres a través de los hijos, donde ellas son privadas de los menores como medida de presión para desistir de una denuncia por violencia familiar.
“Es una violencia que se ejerce por parte de quienes sean o hayan sido cónyuges o concubinos de las mujeres o por de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de hecho o similares de afectividad, aun sin convivencia, en donde estos utilizan a los hijos e hijas, a las personas adultas mayores, a las personas con discapacidad o en situación de dependencia o a mascotas, como instrumento para dañar a la mujer. Esta violencia puede ir desde amenazas verbales donde los progenitores refieren que alejarán a las hijas e hijos de las madres, el control, retención de una pensión económica y/o falta de esta; hasta la creación de denuncias falsas y alargamiento de procesos judiciales, con la intención de romper el vínculo materno filial; o a través de la realización de cualquier otra conducta que sea utilizada por el agresor, como instrumento para dañar a la mujer”, fue la definición que se le dio derivado de su iniciativa y de las largas mesas de trabaja llevadas a cabo.
Gracias a la iniciativa impulsada por Sierra se logró que este tipo de violencia sea castigado como una agravante de la violencia familiar, que actualmente es penado con cárcel de 2 a 8 años de prisión; en caso de acreditarse esta modalidad de violencia, se elevará en una tercera parte, por lo que la sanción sería de hasta 10 años y 8 meses de prisión.
La segunda iniciativa que presentó la panista, y que resonó dentro del Congreso local, fue la que buscaba modificar el Código Penal y la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en Puebla, con el propósito de reconocer la violencia ácida en contra de las mujeres.
La propuesta que envió señalaba que se debía calificar los ataques con sustancias químicas como “cualquier acto u omisión que por sí o por interpósita persona infiera una alteración en la salud o cualquier otro daño que deje huella material y lesiones en el cuerpo de una mujer por razón de género, usando para ello cualquier tipo de agente físico, químico, sustancia corrosiva, caustica, irritante tóxica o inflamable”.
Originalmente se buscaba que la pena por este tipo de ataques se sancionara con cárcel de 20 a 30 años; sin embargo, al escuchar el punto de vista de las colectivas que promovieron esta reforma desde hace años, se logró que cambiara la propuesta a que se calificara este ataque como tentativa de feminicidio y se castigara con prisión hasta por 45 años. A su lucha se sumaron diputados del PAN, PRI, PT, Morena, y demás organizaciones civiles y activistas como María Elena Ríos.
Tras meses de trabajo con esta iniciativa, el Congreso local la aprobó por unanimidad de votos el pasado 2 de marzo, siendo Puebla una de las primeras entidades en lograr que se tipificara la violencia ácida.
Sierra además promovió propuestas enfocadas en el tema de pensión alimenticia, donde propuso que se dictara de forma oficiosa la retención de los bienes muebles e inmuebles de los padres que se encuentren vinculados a proceso por el feminicidio de la madre de sus hijos, y así garantizar el pago para ellos.
También planteó incrementar hasta cinco años de cárcel las penas en contra de los conductores que circulen en estado de ebriedad o bajo estupefacientes y causen accidentes viales; diferenciar en dos modalidades la violencia digital y la violencia mediática en la entidad y que se proceda con la eliminación de imágenes, audios o videos relacionados con los que se violenten a las mujeres; así como castigar hasta con tres años de cárcel el uso de sustancias químicas o fármacos para dejar incapacitadas a las víctimas en los casos de abuso sexual, estupro, violación y hostigamiento sexual.
EL PROCESO PENAL CONTRA SU EXPAREJA
Previo a rendir protesta al cargo de diputada local, Aurora Sierra sufrió un episodio que no se esperaba. En agosto de 2021, mientras circulaba en su vehículo fue interceptada por agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes atendieron un reporte de robo de la camioneta que manejaba, por lo que la detuvieron.
Para ella fue claro el motivo de la detención: se trató de una venganza de su expareja, Víctor Hugo Islas Hernández, quien un mes antes —julio 2021— declaró ante el agente del Ministerio Público para señalar el supuesto robo de una camioneta Jeep roja, con placas de circulación del estado de Puebla, supuestamente cometido por su expareja sentimental.
¿La razón? Vengarse por la denuncia que interpuso ella por el delito de violencia familiar en 2018, año en el que denunció ser víctima de agresiones físicas y verbales.
No obstante, horas después de la detención de la panista la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Alta Incidencia estableció que Víctor Hugo Islas había cedido los derechos de la camioneta, por lo que no existía algún hecho delictivo que acreditara el robo.
Tras esto, la Agencia Estatal de Investigación aprehendió al exdiputado local para que el Juez de Control le impusiera como medidas cautelares firma periódica, prohibición de salir del estado y del país y el no acercarse a la legisladora panista; sin embargo, la Fiscalía cumplió otro mandamiento judicial en contra de Víctor Hugo Islas por el delito de violencia familiar en agravio de su expareja sentimental y lo detuvo nuevamente.
En octubre de 2021, la Fiscalía obtuvo la vinculación a proceso del exdiputado local Víctor Hugo Islas por el doble delito de falsedad de declaraciones y violencia familiar, por lo que permaneció en prisión preventiva para seguir el proceso.
El político exmilitante del PRI permaneció en prisión preventiva por un año y ocho meses, pero en mayo de este año consiguió una suspensión condicional del proceso por un plazo de 24 meses, es decir, de dos años para llegar a un acuerdo reparatorio con la víctima en libertad condicional.
Ante esta situación, Aurora Sierra declaró en entrevista el 1 de junio que la decisión de la Jueza de Control de la Región de Cholula, Miriam Huerta Lechuga, y señaló que esto evidenciaba las lagunas legales que el Sistema Penal Acusatorio y que las leyes en Puebla tienen y que benefician a los violentadores.
Como parte del acuerdo por el que se le permitió salir de prisión preventiva, Víctor Hugo Islas se comprometió a una serie de medidas de comportamiento: no dañar la reputación de su parte, no interferir en la situación de sus bienes a través de la violencia económica y patrimonial; no generar o iniciar procesos legales, entre otras.
“¿Que si temo por mi integridad y mi vida? Lo hago todos los días”, fueron sus últimas palabras respecto a este tema.
