La zona metropolitana de Puebla alcanzó niveles de violencia pocas veces vistos. En esta ocasión, una llamada anónima en las primeras horas de este miércoles llevó al descubrimiento de un perturbador hallazgo en un terreno adyacente al Panteón de San Lorenzo Chachapa, en Amozoc, Puebla, donde aproximadamente 11 bolsas de plástico fueron encontradas albergando cuerpos humanos desmembrados.
A pesar de que el número exacto de víctimas no ha sido confirmado, fuentes extraoficiales indican que los restos podrían pertenecer a hasta ocho cuerpos, los cuales fueron abandonados junto a una cartulina con amenazas aparentemente firmada por la banda de “Los González”, mismos que estarían relacionados con una balacera en San Miguel Canoa hace unos días.
La noticia provocó una respuesta inmediata por parte de las autoridades locales, estatales y federales. El área, situada en el camino vecinal y Carril de San Lorenzo, en las cercanías del Panteón de Chachapa, fue asegurada por la policía de Amozoc, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y el Ejército.
Aunque se presume que todos los cadáveres son de sexo masculino, las identidades y la cantidad exacta de víctimas se determinarán después de las diligencias que ya lleva a cabo la Fiscalía General del Estado (FGE).
Situaciones de esta naturaleza no son ajenas a la comunidad. Y es que, un incidente similar tuvo lugar el pasado 25 de septiembre, cuando se encontró un cuerpo con heridas de bala y otras lesiones en el mismo sitio, en inmediaciones del panteón de esa junta auxiliar perteneciente a San Salvador Chachapa, hechos que hasta la fecha no han sido esclarecidos.
TIRADERO DE CADÁVERES
La espiral de violencia que ha envuelto a la ciudad de Puebla ha cobrado una víctima más, debido a que en las últimas horas, también un joven motociclista fue asesinado a balazos, incluyendo un disparo en la cabeza, mientras se encontraba en el Camino Real a San Jerónimo Caleras, a la altura de la colonia La María.
El crimen tuvo lugar durante la noche del martes, justo a las afueras de un depósito de cervezas, a donde la víctima se dirigía. Dos individuos a bordo de una motocicleta interceptaron al joven y abrieron fuego contra él de manera indiscriminada antes de huir hacia un destino desconocido.
La policía municipal de Puebla se movilizó de inmediato para acordonar la escena, colaborando con las fuerzas estatales en el resguardo de la zona, mientras que agentes de la Fiscalía General del Estado realizaron las pesquisas y peritos realizaron el levantamiento del cadáver.
El motivo detrás de este asesinato aún permanece desconocido, aunque se especula sobre la posibilidad de un ajuste de cuentas.
Un móvil similar fue visible en la junta auxiliar de San Miguel Canoa, donde ocurrió el pasado lunes un enfrentamiento letal entre grupos de narcomenudistas que dejó un saldo de siete personas sin vida y una herida por disparos de armas de fuego.
La titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), María del Consuelo Cruz Galindo, confirmó que el incidente se desencadenó en un picadero de drogas que había estado operando de manera clandestina durante los últimos siete años.
Lo anterior, a pesar de que, a decir de la funcionaria, a mediados de este año llevaron a cabo un operativo que se extendió hasta las faldas de La Malinche, aunque en esa intervención la policía municipal no encontró ningún indicio de venta de estupefacientes.
“El lugar donde fueron los hechos es un lugar de consumo de drogas que funcionaba desde hace siete años, no es un hecho aislado, tenemos que seguir trabajando con la ciudadanía también, el 14 de julio hicimos un operativo conjunto con los tres niveles de gobierno, estuvimos incluso en las faldas de la Malinche buscando lugares donde nos habían señalado”, aseguró Cruz Galindo.
En respuesta a esta masacre, el gobernador Sergio Salomón hizo un llamado al ayuntamiento para que asumiera la responsabilidad por los trágicos acontecimientos y redoble sus esfuerzos por mantener vigiladas sus jurisdicciones, a fin de evitar hechos de violencia como los cometidos en dicha demarcación.
“Los picaderos no deben de existir, todos (los municipios) tienen que reforzar el tema, denunciarlos y no tienen que permitir que existan este tipo de lugares, se tienen que dar cuenta y no permitir este tipo de situaciones”, manifestó.
