A pesar de que el panista Adán Domínguez Sánchez aseguró que hay un golpeteo político en su contra por la situación financiera que dejó en el Ayuntamiento de Puebla, los informes financieros oficiales no mienten: La deuda a pagar en el corto plazo, es decir, en un periodo máximo de 90 días, asciende a 468.2 millones de pesos, de los cuales 282.7 millones (60.3%) son a proveedores y otros 91.9 millones (19.6%) a contratistas de obra pública.
Aunque la tarjeta de pasivos del Ayuntamiento, al corte del 14 de octubre de este año -fecha en que el PAN dejó la Comuna-, no detalla a cuáles obras y contrataciones se refieren esos adeudos a corto plazo, a decir del alcalde José Chedraui Budib incluyen proveedores desde grandes a pequeños, debiéndose “hasta la luz” y diferentes pagos del gasto corriente.
La situación es todavía más compleja debido a que hay 42.9 millones de pesos que corresponden al pago inmediato de Servicios Personales, que incluye sueldos y prestaciones, a los que se suman otros 31.8 millones derivadores de retenciones por ISR, cuotas sindicales, entre otros.
Por lo mientras, Pepe Chedraui adelantó que esta misma semana presentarán un informe detallado en el que especificarán los pasivos pendientes del Ayuntamiento, con el propósito de clarificar la situación financiera y aseguró que, a pesar de los problemas económicos, el funcionamiento de los servicios públicos no se verá afectado.
Además, enfatizó que la actual administración no recurrirá a créditos para cubrir los gastos operativos de fin de año. En lugar de endeudarse, Chedraui se comprometió a priorizar los recursos necesarios para cumplir con los compromisos de pago de salarios y aguinaldos a los trabajadores del Ayuntamiento.
LOS PASIVOS
En su paso por el Ayuntamiento de Puebla, Adán Domínguez Sánchez no sólo dejó acusaciones por gastos millonarios superfluos como galletas y cafés, pagos a medios de comunicación o viajes internacionales, sino también un panorama de deudas que, a la fecha, han sido complicadas de solventar para el gobierno municipal de José Chedraui Budib.
El monto total de cuentas por pagar a corto plazo asciende a 468.2 millones de pesos, de los cuales 440.3 millones (94%) se arrastraban al 14 de octubre pasado, es decir, fueron responsabilidad absoluta del gobierno de Adán Domínguez.
A ese monto se suman otros 27.8 millones para el cierre de año y cuyos recursos debieron dejarse a disposición de la nueva administración, lo cual no ocurrió.
El monto de la deuda a corto plazo se distribuye de la siguiente manera: 282.7 millones de Proveedores (60.3%); 91.9 millones (19.6%) de Contratistas de Obra Pública, 42.9 millones (9.1%) de Servicios Personales (sueldos, IMSS, Infonavit); 31.8 millones (6.7%) de Retenciones (ISR, Cuotas); y 18.7 millones (3.9%) de Acreedores varios y no identificados.
Los pasivos acumulados a lo largo del año deberán ser pagados en un plazo de 90 días, pero con la existencia de un problema mayúsculo: Adán Domínguez y su equipo sólo dejaron en bancos 521.8 millones de pesos disponibles para pagar los 468.2 millones de compromisos financieros, dejando libres para gastar solo 53.6 millones de pesos.
Este recurso es insuficiente para cubrir los compromisos que heredaron de la gestión panista y mucho más si se quisieran poner en marcha nuevos programas.
Para poner en contraste, entre enero y octubre de 2023, cuando aún gobernaba Eduardo Rivera la capital, el recurso disponible en bancos ascendía a 862.6 millones de pesos, mientras que, en el mismo periodo de 2024, el recurso que dejaron es menor en 340.7 millones de pesos.
Estas cifras por sí mismas también responden a otra realidad: los panistas gastaron más de lo que ingresó a las arcas municipales. Al corte del 14 de octubre, el ahorro/desahorro del Ayuntamiento ascendía a 753.3 millones, producto de adquisiciones y pago de proveedores que terminaron por dejar sin pagar.
Recientemente, el secretario de Infraestructura y Movilidad, David Aysa De Salazar, explicó que son 11 proyectos terminados y cinco más en desarrollo los que fueron contratados en la administración de Eduardo Rivera y Adán Domínguez, pero que aún no cuentan con los recursos necesarios para su pago.
Aysa explicó que, aunque los proyectos ya fueron ejecutados o están avanzando, los recursos para saldar estas deudas quedaron comprometidos, aunque no hay fondos en las arcas municipales suficientes.
Entre las obras ya concluidas que quedaron con pagos pendientes destacan la rehabilitación vial del bulevar Carmen Serdán y la calle 40 Poniente, entre la autopista Puebla-México y el bulevar 5 de Mayo y rehabilitaciones en parques como Geovillas, Juan Pablo II y el Parque Cerro de Amalucan.
Otras obras notables que quedaron en situación similar incluyen la rehabilitación del puente vehicular México, la rehabilitación de espacios en el barrio de Santiago y San Matías y el mantenimiento vial en diversos cuadrantes de la ciudad, cuyas medallas por la entrega de los trabajos se las colgó el exedil sin haber terminado de pagarlas.
