La alteración en la construcción de la zona de Los Lavaderos de Almoloya provocó daños a su estructura subterránea, al grado que ahora representa un riesgo para los visitantes a este lugar, confirmaron autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla.
El desagüe de los lavaderos fue convertido en un túnel por la empresa hotelera que los tenía a su resguardo y con acceso privado al público, para ello se alteraron los muros y la bóveda de canalización, por lo que al generarse un escurrimiento de aguas de manera natural se ha ido deslavando la tierra, provocando una inestabilidad en su estructura.
Durante la conferencia matutina de este miércoles, el gobernador Miguel Barbosa Huerta presentó los hallazgos que el personal del INAH reportó, tras integrar un dictamen sobre el patrimonio que estaba en manos de particulares en la zona de San Francisco. Como se recordará, el gobierno del estado abrió al público diversos sitios que fueron recuperados de manos de particulares como los Lavaderos de Almoloya, el exconvento de San Francisco, el Jardón las Trinitarias y el Parque de la Mujer.
“Se encontraron lo que se identificó como los túneles pero que, originalmente, resulta que no eran túneles, eran desagües, eran drenajes, y que recientemente los convirtieron en túneles y muchas más cosas, una zona con estructuras no fuertes, cuando estos drenajes se vuelven túneles para fines turísticos de empresas, hay daños estructurales muy importantes que pueden en riesgo la misma zona”, detalló el gobernador Miguel Barbosa.
Los canales de desagüe también sufrieron alteraciones, puesto que fueron rebajados para permitir el paso peatonal, ya que eran utilizados por la hospedería como un acceso al jardín de las Trinitarias, sin embargo, las constantes vibraciones de los vehículos que circulan por la zona ha hecho que dichos túneles se encuentren en potencial riesgo de colapso.
Tras reabrirse al público, como parte del rescate del patrimonio que ha hecho el gobierno del estado, el pasado fin de semana los Lavaderos de Almoloya tuvieron que ser nuevamente cerrados debido a algunas fisuras encontradas en los propios lavaderos y en algunas lozas. Tras el cierre, algunas otras zonas también fueron clausuradas, debido al riesgo general para los visitantes.
A partir de entonces especialistas acudieron al lugar para integrar un dictamen estructural de este lugar, el cual se encuentra en la zona de monumentos que son parte del patrimonio de la ciudad de Puebla. Los hallazgos fueron descritos por el arquitecto Enrique Gómez Osorio, supervisor del Centro INAH Puebla, durante la conferencia de prensa matutina del gobernador Miguel Barbosa.
Gómez Osorio explicó que en la zona se llevó a cabo una restauración del terreno que originó una problemática de inestabilidad en la estructura de la zona de los lavaderos, lo cual incluso puso en riesgo de colapso la bóveda donde se encuentran.
Aunado a ello, “el tránsito vehicular lo hace cada vez más riesgoso para quienes pasan por debajo, los automovilistas y los peatones”, indicó.
El delegado del INAH en Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, urgió a atender de manera inmediata la zona que fue alterada, la cual, dijo, no contó con ningún tipo de permiso o autorización por parte de las autoridades encargadas del patrimonio.
“Necesitamos hacer un proyecto de intervención y atención inmediata, como cerrar para su revisión los espacios subterráneos que eran los canales de drenaje a los visitantes “, dijo, tras adelantar que conjuntamente con el gobierno del estado ya se trabaja en ese proyecto para preservar este sitio.
Igor Emilio Ferrer Acuña, director de Bienes Muebles e Inmuebles del gobierno estatal, indicó que las intervenciones hechas por particulares generaron un deterioro “tremento” y que fueron disfrazadas como túneles simulando ser de la época con la finalidad de “sacar un beneficio económico” de las empresas que estaban a su encargo.
Incluso dijo que en el lugar una cisterna fue convertida en una capilla para celebrar bodas privadas, en la cual se realizó una instalación eléctrica, lo que representa un peligro para cualquier visitante, además de que fue retirada una techumbre que sostiene a la calle que está frente a los Lavaderos de Almoloya, situación que pone en riesgo de colapso todo el soporte, por lo que la obra “está detenida por el Espíritu Santo y fue realizada con el afán de generar dinero y no cultura”, apuntó.