Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y SpaceX, y asesor del presidente Donald Trump, ha entablado una disputa pública con Peter Navarro, principal asesor comercial de la Casa Blanca, en relación con la reciente imposición de aranceles por parte de la administración estadounidense.
La controversia se intensificó cuando Navarro, en una entrevista con CNBC, minimizó el papel de Musk en Tesla, afirmando que este “no es un fabricante de automóviles” sino “un ensamblador” que depende de piezas importadas de Asia.
En respuesta, Musk utilizó su plataforma social X para criticar a Navarro, calificándolo de “imbécil” y “más tonto que un saco de ladrillos”. Además, cuestionó las credenciales académicas de Navarro y señaló que este ha citado en sus publicaciones a un economista ficticio, “Ron Vara”, cuyo nombre es un anagrama del propio Navarro.
La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, minimizó el altercado, indicando que “los chicos son así” y enfatizando que la administración valora la diversidad de opiniones entre sus asesores.
Este enfrentamiento refleja tensiones más profundas dentro del equipo económico de Trump respecto a las políticas arancelarias. Mientras Navarro defiende medidas proteccionistas, Musk aboga por un comercio más libre, sugiriendo la creación de una zona de libre comercio entre Estados Unidos y Europa.
Analistas señalan que estas disputas internas podrían tener implicaciones en la formulación y ejecución de las políticas comerciales de la administración. La comunidad empresarial observa con atención, preocupada por el impacto potencial de los aranceles en la economía y en las relaciones comerciales internacionales.
