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jueves, marzo 28, 2024

El Kaimán, una trama de extorsiones, ejecuciones y narcomenudeo en La Cuchilla

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Javier Francisco N., El Kaimán, inició su historial delictivo como muchos otros: bajo las sombras, con un perfil bajo y a la espera de que los principales capos del narcomenudeo cayeran para tomar el control de la red. Así lo hizo hasta hace al menos un año, cuando las detenciones de Víctor C., La Vicky, y Arturo R., El Cachibombo, dejó a su merced la plaza para la venta de estupefacientes en el mercado La Cuchilla.

No fue fortuita la llegada de El Kaimán al mercado La Cuchilla, ubicado al norte de la ciudad de Puebla y cuya principal característica es la distribución de drogas y venta de piratería.

Para lograr el dominio en el inmueble y operar toda una red de narcomenudeo y cobro de derecho de piso, tuvo que heredar el coto de poder tras la detención de su líder, Arturo R., El Cachibombo, así como aprovechar la detención de varios integrantes de la banda de Omar Jonathan López, El Negro, quienes radicaban en el mercado, pero huyeron tras diversos operativos.

A decir de Rubén Sarabia Sánchez, Simitrio, jefe de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de octubre, El Kaimán comenzó a dar sus primeros pasos en el mercado La Cuchilla entre febrero y marzo de 2021, cuando en los pasillos del sitio corrió la amenaza de que su organización se haría con el control de los sanitarios, estacionamiento y el acceso vehicular del Predio Simitrio, uno de los cinco espacios que conforman este centro de comercio.

Desde entonces, su influencia ha llegado a tal grado que dos de los integrantes de la organización 28 de octubre han sido asesinados, presuntamente, por la banda de El Kaimán y sus cuerpos han sido arrojados en los locales y viviendas de sus familiares como consigna para intimidar a los comerciantes que integran La Cuchilla.

El Kaimán no trabaja solo, es apoyado por otros tres presuntos delincuentes: su hermano, conocido como El Nito y quien funge como su mano derecha; su golpeador, apodado El Mundra, así como otro integrante de la banda que aparentemente trabajaba con Christian N., El Grillo, pero del que su nombre es desconocido.

 

EL ASCENSO DE EL KAIMÁN

Entre febrero y marzo de 2021, el mote de El Kaimán comenzaba a volverse popular; la amenaza de que diversos espacios de La Cuchilla estarían bajo su control, comenzó a encender los focos rojos. La organización 28 de octubre fue la primera damnificada, luego de que este intento de control se centró únicamente en la zona conocida como Predio Simitrio.

El 14 de mayo de ese mismo año es una fecha que los comerciantes de La Cuchilla no olvidan. Uno de los integrantes de la 28 de octubre, conocido como Timoteo Sánchez Ortiz, habría recibido una golpiza por integrantes de la banda de El Kaimán, con la intención de enviar una amenaza a Simitrio y a su hijo, Xihuel Sarabia, para advertirles que serían los siguientes en la lista, de mantenerse en la idea de no ceder el control del inmueble para sus actividades ilícitas.

“Lo usaron como mensajero para venir a decir al Hidalgo que El Kaimán, de acuerdo con las órdenes de su nuevo jefe, que según estaba en la Secretaría de Seguridad Pública, le tenía que volar —asesinar— a Xihuel Sarabia, él es hermano de Meztli (Sarabia)”, refirió el dirgente de la agrupación comercial.

Tras este mensaje, El Kaimán comenzó a estructurar una estrategia para dominar el mercado La Cuchilla, al emplazar a los comerciantes a unirse a la célula que dirige o decidir si continuaban en el bando de la agrupación 28 de octubre, con las consecuencias que traería esta decisión.

Los meses pasaron y al llegar 2022, el presunto delincuente enfocó sus baterías en iniciar extorsiones y amenazas en detrimento de los locatarios de La Cuchilla 1 y 2 para ampliar su dominio, situación que no ha logrado pese a sus esfuerzos.

Las peripecias de El Kaimán continúan. Durante abril y mayo pasado, acusó Rubén Sarabia, dos integrantes de su organización fueron ejecutados por su banda delictiva. Uno de ellos se llamaba Miguel, pero era conocido como Barrabás y al enfrentarse a este delincuente fue asesinado y su cuerpo arrojado frente al local de su mamá, que se ubica en el límite del tianguis Benito Juárez.

Otro hombre llamado Carlos Sánchez, que se dedicaba a la venta de pollos en el mercado Hidalgo, también habría caído a manos de esta banda. Su cuerpo fue arrojado frente a su casa presuntamente para hacerlo mediático, aunque Sarabia Sánchez reconoció que desconoce si estas dos personas estaban en malos pasos.

Durante el operativo de este sábado que se llevó a cabo en La Cuchilla, el integrante de la UPVA acusó que se encontraba en el sitio El Nito, hermano de El Kaimán, pero no fue detenido al disponer de halcones.

El poderío de Javier Francisco N. en La Cuchilla ya detonó en una afrenta con Fernando N., La Zorra, un presunto líder narcomenudista que ha buscado ejercer el control de este centro de comercio y que desarrolla sus actividades en el Mercado Unión.

La pugna entre estos dos presuntos delincuentes derivó en que el pasado 28 de junio ocurriera una balacera en el Centro de Salud Francisco I. Madero, donde dos personas a bordo de una motocicleta, que se presume forman parte de la banda de El Kaimán, buscaban ejecutar a La Zorra. Y aunque no lo lograron, ocasionaron que cuatro personas resultaran lesionadas con impactos de bala, entre ellos dos menores de edad.

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