El Gobierno de Estados Unidos ejecutó la mayor operación de incautación de bienes contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, valuada en más de 700 millones de dólares, informó la fiscal general Pamela Bondi.
Los activos confiscados incluyen dos aviones privados, varias mansiones —entre ellas una en República Dominicana y otras en Florida—, una granja de caballos, nueve vehículos de lujo, joyas y grandes sumas de efectivo. De acuerdo con las autoridades, estos bienes habrían sido adquiridos mediante redes de corrupción y actividades ilícitas vinculadas al régimen venezolano.
Bondi calificó al gobierno de Maduro como “una organización similar a la mafia” y lo acusó de mantener nexos con el narcotráfico, en particular con el Cártel de los Soles, el Tren de Aragua y el cártel de Sinaloa.
La fiscal recordó que Estados Unidos ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura del mandatario, la cifra más alta en la historia del país para un individuo.
Esta acción forma parte de la estrategia de Washington para debilitar las redes financieras del régimen, que no reconoce como legítimo desde enero de 2025, y presionar por su aislamiento internacional mediante sanciones económicas, bloqueos de activos y procesos judiciales.