El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó este domingo la presión pública sobre la fiscal general Pam Bondi al exigirle mayor rapidez en las investigaciones y la presentación de cargos contra adversarios políticos.
En una serie de mensajes difundidos en Truth Social, Trump señaló directamente al senador demócrata Adam Schiff, al exdirector del FBI James Comey y a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, y pidió que se actúe sin demora.
“No podemos demorarnos más, está matando nuestra reputación y credibilidad”, escribió el mandatario, al tiempo que reclamó que Bondi sea “más contundente” en el ejercicio de acciones penales.
Aunque elogió a la fiscal como “competente, cuidadosa e inteligente”, Trump insistió en que la falta de resultados tangibles daña la imagen de su administración.
El reclamo se suma a la tensión generada en torno al Departamento de Justicia tras la remoción de Erik Siebert como fiscal del Distrito Este de Virginia, luego de versiones que apuntaban a que consideraba insuficientes las pruebas para procesar a Letitia James. El presidente también sugirió a Lindsey Halligan, exabogada suya y actual asesora de la Casa Blanca, como candidata para ocupar ese puesto.
Las declaraciones de Trump reavivan la polémica sobre la independencia judicial en Estados Unidos, ya que diversos analistas advierten que la exigencia de procesar adversarios políticos podría percibirse como un intento de politizar la justicia.
