Han sido más de dos años de angustia para Ana Karen Rodríguez, marcados por la ausencia de sus tres pequeñas hijas: Madison, Aitana e Ivanka, de apenas 5, 3 y 2 años, al momento de su desaparición.
Sin embargo, la reciente detención de Jessica N, pareja del padre de las niñas y presunta implicada en la retención de las menores, ha devuelto una chispa de esperanza a esta madre que no ha dejado de luchar por encontrarlas.
Con esta captura, ya son cuatro las personas detenidas en relación con el caso, entre ellas Erick “N”, padre de las niñas, y los abuelos paternos de las menores.
Este fin de semana, en la Casa de Justicia de la 11 Sur, se llevó a cabo la audiencia de imputación contra Jessica, quien enfrenta acusaciones de haber participado en la retención de las niñas. Ana Karen estuvo presente, con la firme esperanza de que este sea el primer paso para poder abrazar de nuevo a sus hijas.
“Agradecemos a la Fiscalía General del Estado por tomar el caso y avanzar en las detenciones. Espero que ahora sí pueda recuperar a mis hijas. Ha sido un proceso pesado, cansado y triste, pero ellas me dan la fuerza para seguir luchando”, expresó Ana Karen con valentía.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), la madrastra, de 24 años, fue detenida por agentes ministeriales en la calle 11 Sur, frente a Plaza Centro Sur, de Agua Santa, en la ciudad de Puebla, quedando a disposición del Juez de Control, bajo cargos por sustracción de menores.
La defensa particular de la detenida debatió que la acusada fue “agredida por los elementos aprehensores e incluso refirieron que fue torturada”, hecho que se ha calificado como falso.
Después de 12 horas, la jueza Laura Tlatelpa Ramos determinó continuar con la audiencia donde se determinará la vinculación a proceso el jueves 30 de enero a las 14:00 horas, por lo que Jessica N, permanecerá en el penal de San Miguel en Puebla. Sobre las menores, aún no se tiene certeza de dónde están, por lo que la investigación sigue su curso.
EL CALVARIO DE ANA KAREN SIN SUS HIJAS
El calvario de Ana Karen comenzó mucho antes de la desaparición de sus hijas. En noviembre de 2021 fue víctima de un episodio de violencia familiar a manos de Erick, médico de profesión, quien la agredió física y verbalmente.
Al día siguiente, Erick sustrajo a las niñas de su hogar, con la complicidad de sus familiares, incluidos sus padres, Francisco N. y Blanca Patricia N., quienes se encuentran detenidos.
A lo largo de estos años, el caso ha estado plagado de irregularidades. Según Monserrat González, abogada de Ana Karen, un juez auxiliar actuó con negligencia al no garantizar la seguridad de las niñas tras los episodios de violencia. Además, denunció que las menores fueron trasladadas de casa en casa, incluso utilizando boquetes en las paredes, para evitar que Ana Karen pudiera rastrearlas.
La lucha de Ana Karen no ha estado exenta de obstáculos. A pesar de la detención de Erick y sus padres, las autoridades han retrasado la audiencia intermedia de Erick, y las órdenes de aprehensión contra otros familiares implicados, como las tías Donova y Gabriela, siguen sin ejecutarse.
Monserrat González exigió a las autoridades reactivar los protocolos de búsqueda de la Comisión de Búsqueda de Personas y dar cumplimiento a las órdenes pendientes. “No podemos seguir esperando. Las niñas tienen derecho a estar con su madre, y esto no puede quedar impune”, declaró.
El caso de Ana Karen ha movilizado a colectivas feministas y activistas que demandan justicia y acción inmediata. Aunque las amenazas y la desesperación son una constante en esta batalla, tanto Ana Karen como su abogada permanecen firmes.
“Vamos a seguir buscando hasta encontrarlas. No nos vamos a rendir”, concluyó Ana Karen, con la esperanza de que algún día sus hijas regresen a sus brazos.
Mientras tanto, el reloj sigue corriendo, y la incertidumbre acerca del paradero de Madison, Aitana e Ivanka pesa sobre esta madre, que continúa luchando incansablemente por reunir a su familia.
