Un sujeto que había cometido pifia tras pifia en sus reportes sobre corrupción en el sistema penitenciario estatal fue el encargado de dar a conocer el hallazgo de un bebé de tres semanas en uno de los contenedores de basura del Centro de Reinserción Social de Puebla.
En un principio, la noticia no tuvo el eco que hoy tiene, pero dio paso a que la organización Reinserta y las especulaciones periodísticas llenarán a los medios de comunicación tanto sensacionalistas como odiadores del barbosismo.
Miguel Barbosa Huerta tomó el caso y advirtió que estábamos frente a un problema que “va a destapar toda la porquería” que existe al interior del penal de San Miguel.
Y no estaba equivocado.
Luego de una semana de explotación política y mediática del caso del bebé Tadeo, asistimos a una redada de personal y directivos del reclusorio, así como la remoción de un secretario de Seguridad Pública estatal y su subsecretario de centros penitenciarios.
En total, fueron giradas 23 órdenes de aprehensión y capturado a 21 servidores públicos, además de que se estaría a un paso del esclarecimiento total. Más cabezas rodarán y se perseguirá a todos los involucrados, prometió el mandatario.
Una semana después de sembrarse el escándalo e iniciar el golpeteo contra la administración barbosista, los activistas de Reinserta aplaudieron las medidas de la gestión estatal, mientras que el sujeto que difundió la información ha quedado sometido a la sospecha de haber sido utilizado como peón para concretar una venganza política.
LA VENGANZA POLÍTICA
Raciel López Salazar fue el primer nombre que surgió tras conocerse el funesto caso del bebé Tadeo.
El exsecretario de Seguridad Pública estatal -que presentó su renuncia en medio de sospechas de corrupción- estaría detrás del montaje con la finalidad vengarse políticamente por su caída.
Mario Alberto Mejía, director general del Hipócrita Lector, resumió la trama en las siguientes líneas:
“Fuentes ligadas a administraciones pasadas, y expertas en temas de seguridad, me dijeron que no es nada fácil introducir a un bebé a un Cereso.
“(La tesis del bebé cargado de drogas es ridícula tratándose de cualquier cárcel mexicana. Es más fácil conseguir drogas dentro que fuera). “Los protocolos de revisión, juran, son brutales, salvo que exista un hilo de complicidad.
“Uno de los más notables internos de San Miguel trabajó para Raciel López como director, precisamente, del Cereso.
“La venganza es una cerveza que se toma fría.
“Raciel y su mafia están furiosos.
“Cualquier que haya manejado los reclusorios —y Raciel López los manejó al cien por ciento— dejan aliados que, en casos como éste, son muy eficientes.
“¿Qué ganan con esta trama?
“El escándalo, el morbo y la intervención de organizaciones civiles tan puras como las aquí involucradas.
“El coctel perfecto para la culminación de un montaje”.
Tras conocerse el entramado, la respuesta del gobernador Miguel Barbosa Huerta quedó asentada en su habitual conferencia de prensa matutina en Casa Aguayo.
“Yo no voy a descartar ninguna línea, ninguna teoría de investigación, lo vamos a aclarar, estamos a punto de aclararlo completamente. Para aquellos que especulan que son tales grupos criminales los que están queriendo hacer cosas como una venganza política, como una respuesta política, no se preocupen, vamos a investigar y vamos a definir todo. Y esto lo podemos hacer, ¿saben por qué? Porque es un gobierno que no tiene ningún vínculo con la delincuencia”.
Sabedor de que en la última semana su administración estuvo a fuego cruzado por aquellos que aseguraban que la autoridad estaba rebasada y era incapaz, el mandatario se tomó el tiempo para explicarles algo que no entienden.
“Nos enfrentamos a problemas y los vamos esclareciendo, porque el problema de una sociedad es cuando la autoridad ya no esclarezca los hechos y aquí en Puebla los esclarecemos, no hay impunidad, aquí no se queda al olvido. Los acontecimientos criminales, los delitos, los delincuentes aquí los vamos deteniendo. La propia policía estatal hoy ya tiene reportes de detenciones importantes. Estamos respondiendo y vamos a responder muy fuerte”.
Su aseveración la acompañó de otra sentencia:
“En Puebla no se fabrican delitos, pero tampoco se deja que la impunidad se instale para que los delincuentes queden sin castigo, se acabó, nunca habrá más un estado vinculado a la delincuencia como lo hubo.
“Todavía vamos a revisar muchas cosas del pasado. Para aquellos que sienten que pueden desestabilizar a nuestro estado con hechos delictivos, nosotros esclarecemos perfectamente todos los hechos. Con este gobierno se topan, aquí vamos a seguir aplicando la ley con toda firmeza, sin inventar hechos”.
(Queda claro que no era la respuesta esperada por los activistas y opositores que pretendían montarse del caso).
LOS MONSTRUOS
¿Quién puede tener la mente tan retorcida para fraguar un caso como el del bebé Tadeo?
De entrada, las autoridades estatales han dejado claro que se trata de un vil asunto de corrupción: Desde el o los que permitieron exhumar el cuerpo del recién nacido hasta el o los que omitieron todos los protocolos revisión en el ingreso al penal de San Miguel.
Y allí entran todos: custodios, supervisores, directivos, reos y autores intelectuales que gozan de libertad. “Estoy escandalizado por todo esto. De las 21 personas detenidas, todos son servidores públicos… del reclusorio, son los que permitieron estos hechos, los que no aplicaban las reglas de seguridad a todo los que entraban y salían”.
Miguel Barbosa no duda en calificar de monstruos a aquellos detrás de la trama. Y en una aseveración poco vista en sus 30 meses de gobierno, desgrana lo que ve, lo que vendrá y de qué madera está hecha su administración.
“No vamos a dejar de conocer los detalles de todo, se los digo, para que los que están involucrados sepan que vamos tras ellos, vamos tras ellos con toda la fuerza del estado. Estamos ofendidos en Puebla por lo que hicieron estos malvados, estos seres diabólicos. Tenemos que dar ejemplo de que la ley se aplica y los monstruos, esas mentalidades retorcidas, hay que extraerlas de nuestro estado”.