Un estudio publicado por la Universidad de California en Merced advierte que la deportación masiva de migrantes en situación irregular provocaría un boquete económico de 275 mil millones de dólares en el estado de California, generando efectos profundos no sólo a nivel local, sino también nacional.
El informe, divulgado esta semana en medio del endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos, sostiene que los trabajadores indocumentados desempeñan un papel crucial en la economía californiana. Sin su presencia, California caería dos puestos en la clasificación económica mundial, afectando sectores clave como la agricultura y la construcción.
Según el análisis, la pérdida directa por la eliminación de esta fuerza laboral asciende a 152.6 mil millones de dólares, en conceptos relacionados con el valor de la mano de obra y los salarios. Si se consideran los efectos indirectos, como la interrupción de cadenas de suministro o la reducción de la actividad comercial, la cifra alcanza los 212 mil millones. A estos se suman otros 63 mil millones por impactos inducidos, como la caída del consumo familiar en bienes y servicios básicos: vivienda, alimentación, transporte y salud.
El estudio estima que los trabajadores sin documentos generan casi el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) estatal y aportan más de 23 mil millones de dólares anuales en impuestos locales, estatales y federales. En promedio, cada persona aporta hasta 7 mil dólares anuales al fisco.
“Estas pérdidas subrayan el importante papel que desempeñan los trabajadores indocumentados en el sostenimiento de la producción económica en las comunidades e industrias de California”, señala el documento.
Además, el reporte destaca que California paga al gobierno federal 83 mil millones de dólares más de lo que recibe, lo que la convierte en un “estado donante”. Esto significa que la aplicación estricta de leyes migratorias tendría efectos más allá de sus fronteras, al disminuir los recursos federales provenientes de los impuestos pagados por trabajadores migrantes en este estado.
El informe surge en un contexto de creciente tensión en torno a la migración. En Los Ángeles, las autoridades han intensificado operativos, incluyendo redadas para detener a personas sin documentos. El pasado 19 de junio, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) solicitó ingresar al estadio de los Dodgers antes de un partido, permiso que fue rechazado por la organización deportiva.
De acuerdo con el estudio, en California viven aproximadamente 10.6 millones de migrantes, de los cuales 2.2 millones carecen de documentos. Casi la mitad de ellos son de origen mexicano, y más del 80% lleva más de una década viviendo en Estados Unidos.
El estudio concluye que cualquier política de deportación masiva debe considerar no solo los aspectos legales o migratorios, sino también el impacto económico profundo y estructural que implicaría la salida forzada de millones de personas que actualmente sostienen actividades esenciales para el estado de California y la economía nacional en su conjunto.