En la fría mañana del miércoles 15 de enero, el sol apenas asomaba sobre las calles de Cuautlancingo cuando el barrio de San Juan despertó con una mezcla de esperanza y preocupación. Familias enteras, vecinos y amigos de Génesis Mei Ling Rodríguez se reunieron en la calle Morelos, con carteles, fotografías de la niña y llenos de fe en que aparecería sana y salva. Sin embargo, nadie imaginaba el desenlace que el destino tenía preparado.
Tras ser encontrado su cuerpo en un acto de evidente feminicidio, ayer autoridades, familiares y amigos de la familia, acudieron a velar el cuerpo de la menor, en un hecho que aún sigue siendo investigado por la justicia.
Desde el domingo 12, Génesis, una niña de 10 años, estaba desaparecida. Su madre y su abuela habían relatado a los vecinos cómo la pequeña había salido a jugar cerca de su casa y no regresó. Las horas se convirtieron en días y la angustia se apoderó del vecindario.
Los vecinos estaban listos para marchar la mañana del miércoles; sin embargo, el ruido de las patrullas interrumpió la convocatoria antes de que esta iniciara. Un grupo de agentes de la Policía municipal y de la Fiscalía General del Estado llegó a la zona como parte de las investigaciones que ya se habían iniciado.
Los uniformados ingresaron a un domicilio cercano, uno que pertenecía a un vecino de la menor. Según información extraoficial, una mujer, pareja del presunto responsable, había acudido a las autoridades con un testimonio que helaba la sangre: Génesis había sido retenida, abusada y asesinada, mientras que el perpetrador había huido.
Dentro del inmueble, el cuerpo sin vida de Génesis fue hallado. La noticia cayó como un golpe para quienes esperaban encontrarla con vida y el lugar fue acordonado de inmediato. Elementos de la Marina y peritos de la Fiscalía se encargaron de levantar el cuerpo y recolectar pruebas, mientras el vecindario se sumía en el silencio.
“Solo sé que mi sobrina apareció sin vida, no nos decían bien, pero con todas las averiguaciones todo apuntaba que estaba aquí en el vecindario e inminentemente se pide justicia por ella y por todas las víctimas de delitos”, fue el testimonio de Silvia Varela Juárez, tía de Génesis, tras darse a conocer el feminicidio.
Mientras las autoridades procesaban la escena, los carteles de búsqueda se convirtieron en pancartas de exigencia de justicia para dar con el paradero de su agresor, quien desapareció tras cometer el ilícito.
Apenas dieron con el paradero de la menor, la Fiscalía identificó a Luis Ángel N. como el principal sospechoso del feminicidio de Génesis Mei Ling, pues según declaraciones iniciales proporcionadas por su esposa, la menor solía pasar tiempo en su vivienda debido a la relación de vecindad que mantenían.
Sin embargo, el domingo 12 de enero, día en que se reportó la desaparición de la menor, no se detectaron comportamientos extraños en el lugar. Fue hasta el martes 14 de enero cuando Luis Ángel confesó a su pareja haber cometido el crimen, tras lo cual huyó, dejando una maleta lista.
Al día siguiente, la mujer informó a las autoridades sobre lo ocurrido, lo que permitió localizar el cuerpo de la niña en la puerta del departamento donde residía el sospechoso.
La Fiscalía inició las pesquisas desde el momento en que se reportó la desaparición de Génesis, en coordinación con la Comisión Estatal de Búsqueda. El organismo confirmó que el cuerpo fue hallado en un inmueble de la Primera Privada del Barrio del Alto.
Hasta el momento, la esposa de Luis Ángel ha rendido declaración ante las autoridades, aunque no se han presentado cargos en su contra por posible complicidad.
Mientras que las redes sociales también hicieron su trabajo. Luis Ángel es señalado como exempleado de la empresa Tresguerras en Puebla y su imagen ya circula en grupos vecinales de Cuautlancingo, donde se le acusa directamente del feminicidio.
Vecinos y familiares de Génesis han comenzado a organizarse en búsqueda de justicia, compartiendo información y pidiendo apoyo ciudadano para localizar al sospechoso, quien sigue prófugo.
