Este viernes, China anunció la imposición de aranceles del 125% a las importaciones provenientes de Estados Unidos, en respuesta a los recientes incrementos tarifarios aplicados por la administración del presidente Donald Trump.
Esta medida, que entrará en vigor el sábado, eleva significativamente los gravámenes sobre productos estadounidenses, alineándolos con los niveles impuestos por Washington a las exportaciones chinas.
El Ministerio de Finanzas de China declaró que, con estos aranceles, los productos estadounidenses se han vuelto prácticamente inviables en el mercado chino. Además, indicó que cualquier incremento adicional por parte de Estados Unidos será considerado irrelevante y no será correspondido, aunque advirtió que responderá con firmeza si se perciben daños sustanciales a sus intereses.
La escalada de tensiones ha impactado negativamente en los mercados financieros. El índice Dow Jones Industrial Average cayó 254 puntos (0.6%), acumulando una pérdida de más de 4,000 puntos en la semana. El S&P 500 y el Nasdaq también registraron descensos del 0.5% y 0.2%, respectivamente.
Este nuevo episodio en la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo refleja la creciente incertidumbre en las relaciones bilaterales y plantea desafíos significativos para el comercio global.
