Las Casas Carmen Serdán, operadas por el Sistema Estatal DIF (SEDIF) y el Patronato presidido por Ceci Arellano, se han consolidado como espacios seguros y de esperanza para mujeres víctimas de violencia. En estos centros, las mujeres reciben atención integral, protección y acompañamiento para reconstruir sus vidas con dignidad y justicia.
Hasta la fecha, se han brindado más de 46 mil servicios que incluyen atención psicológica, asesoría jurídica, orientación en trabajo social, talleres de emprendimiento y el respaldo necesario para presentar denuncias ante el Ministerio Público, el cual está presente en estas instalaciones.
Además, cuentan con albergues temporales que ofrecen alojamiento seguro a las mujeres y a sus hijas e hijos, en un entorno cálido y respetuoso. La presidenta del Patronato, Ceci Arellano, ha reiterado su compromiso de ofrecer protección y paz a quienes más lo necesitan.
Actualmente existen 18 Casas Carmen Serdán activas en diversos municipios del estado, y de acuerdo con Carmen González Serdán, coordinadora del programa, se prevé la apertura de dos nuevas sedes, con lo que el gobernador Alejandro Armenta cumplirá su compromiso de tener 27 casas operando antes de que termine el año.
Las casas se estructuran en cuatro áreas de atención para acompañar a las mujeres en su proceso de recuperación: salud emocional, justicia legal, desarrollo social y fortalecimiento económico. “Las mujeres aquí se empoderan, aprenden un oficio, hacen comunidad y luchan por la justicia”, destacó González Serdán.
Entre los testimonios que dan vida a estas cifras, están los de Rosy y Claudia. Rosy vivió cinco años de violencia física, pero hoy afirma con fuerza que estas casas fueron su salvación. Claudia, originaria de Calmeca, Tepexco, perdió la movilidad a causa de su agresor, pero gracias al refugio, está recibiendo el apoyo necesario para buscar justicia y reencontrarse con su familia.
Ambas historias reflejan el impacto real de una política pública que apuesta por la equidad, el bienestar y la erradicación de la violencia. El gobernador Alejandro Armenta ha reiterado que en Puebla, nadie está por encima de la ley y que toda agresión será sancionada conforme a derecho.