Lo que parecía ser una mañana rutinaria terminó en caos en la calle Samsen de Bangkok, cuando un socavón de 50 metros de largo por 30 de ancho y 22 de profundidad colapsó frente al Hospital Vajira, provocando daños materiales considerables y el cierre de la zona.
El incidente, que ocurrió alrededor de las 7:00 a. m. del miércoles, se expandió en menos de 15 minutos, tragándose dos grúas policiales, un coche particular y dejando a otro vehículo al borde del abismo. Aunque no se reportaron heridos, más de 3.500 citas médicas fueron canceladas y al menos 24 edificios cercanos resultaron dañados, obligando a evacuar y restringir el acceso en un radio de 100 metros, lo que ha generado graves atascos.
🔴🇹🇭 Un socavón de 50 metros se abrió frente al Hospital Vajira en Bangkok, #Tailandia, tras el colapso del suelo hacia los túneles de la Línea Púrpura del metro en construcción.
🚧 No hubo heridos, pero sí daños en carreteras y edificios cercanos. pic.twitter.com/qrv85aimOq
— Luis Gabriel Velázquez (@soyluisgabriel1) September 24, 2025
El desastre estaría vinculado a un fallo en la construcción del túnel y la estación de metro Vajira Hospital, parte de la ampliación de la Línea Púrpura del MRT. La obra fue adjudicada a un consorcio compuesto por CK (55%) y STECO (45%), esta última propiedad de la familia del actual primer ministro Anutin Charnvirakul, lo que ha desatado una ola de críticas y sospechas sobre posibles conflictos de interés y negligencia técnica.
El colapso se da justo cuando Tailandia esquiva el tifón que afecta otras partes de Asia, pero muestra sus propias grietas: no naturales, sino estructurales y políticas. Anutin ha ordenado una investigación inmediata, prometiendo resultados en 48 horas, pero ya advierte que la reparación del túnel podría tardar al menos un año.
El terreno donde ocurrió el hundimiento es de composición arcillosa, a solo 300 metros del río Chao Phraya, lo que agrava la inestabilidad en plena temporada de lluvias. Las autoridades señalaron inicialmente una posible ruptura de una tubería de agua como causa, pero expertos apuntan a que fue consecuencia del colapso, no su origen.
Más allá del socavón, el verdadero boquete podría abrirse en el prestigio del nuevo gabinete tailandés, cuestionado ya por su cercanía con grandes intereses empresariales y por la reiterada connivencia entre el poder político y económico en el sudeste asiático.